Germán Jarro agradeció a Manos Unidas su apoyo a las comunidades indígenas y campesinas de la región más pobre de Bolivia, en Potosí, para reforzar el derecho a la alimentación de los pequeños productores. “Fomentar la economía rural es el objetivo para que pare esta emigración que ha hecho tanto daño a estas culturas”, afirmó Germán Jarro en la presentación de la Campaña 57 de Manos Unidas. Su testimonio reflejó la paradoja del hambre, pues la región en la que trabaja fue muy rica, sin embargo la explotación de sus recursos no fue la adecuada, y a día de hoy sus habitantes tienen que volver a aprender técnicas de sus ancestros para recuperar la soberanía alimentaria. El acto tuvo lugar en el Palacio Colomina CEU, que cedió solidariamente sus instalaciones para el evento.
Carmen Puerto Rentero, directora del Palacio de Colomina CEU, abrió el acto agradeciendo la disponibilidad del invitado de campaña para dar testimonio de su trabajo en Bolivia.
Desde hace 8 años Manos Unidas apoya a la organización Prodii, que dirige Germán Jarro en el norte del Potosí, con proyectos de soberanía alimentaria y agrobiodiversidad. Recuperan métodos y conocimientos de explotación agraria ya utilizados por las culturas incaicas de esta zona de los Andes y que se habían pérdido.
Germán Jarro motivó a los numerosos voluntarios, socios y colaboradores de Manos Unidas a no cansarse en el esfuerzo por erradicar la pobreza. Mostró la realidad de la región más pobre de Bolivia, describiendo algunas de las dificultades a las que se enfrentan en el día a día, y que sobrecogieron a los asistentes. Por otra parte denunció los efectos del cambio climático sobre la región y sus recursos. Las sequías y las heladas están afectando a la agricultura, obligando a los campesinos a emigrar en busca de recursos.
Eladio Seco de Herrera, delegado de Manos Unidas Valencia agradeció a Germán el esfuerzo de venir desde Bolivia para ofrecernos un vívido testimonio de las dificultades y deficiencias que sufren estas pequeñas comunidades agrícolas. Agradeció también que compartiera su experiencia, un claro ejemplo del proyecto de Manos Unidas de plantar cara al hambre sembrando no solo semillas y recursos, sino también sensibilización y esperanza.
El acto contó con la asistencia de D. José María Taberner, vicario de Acción Social y Caritativa del Arzobispado y de D. Pablo Tos, Consiliario de Manos Unidas, que animó a todos los presentes a ser misericordiosos, poniendo como ejemplo el trabajo de Germán Jarro y de Manos Unidas.