MI VOLUNTARIADO EN MANOS UNIDAS, por Mamen Gil

No sé me da muy bien escribir, porque se me entremezclan las ideas que quiero transmitir, sin orden ni concierto, pero, aprovechando el día del VOLUNTARIADO quería dar testimonio de lo que me supone ser voluntaria de la ONGD Manos Unidas en su delegación de Valencia desde hace más de 4 años.

Primero de todo, tengo que decir que soy Graduada en RR.LL. y Recursos Humanos en paro forzoso (porque con mi edad, a las pocas entrevistas a las que he ido, ya me ha quedado claro y meridiano que los de la década de los 60 y anteriores SOBRAMOS en el mercado laboral… ah! Claro, que la experiencia vital no sirve…) y esposa y madre de cuatro hijos, ya de edades suficientemente mayores como para dejarme tener mucho tiempo libre durante el día.

Entré en Manos Unidas un año antes de terminar mis estudios universitarios (sí, los empecé un poquito “añeja” y a mucha honra), en 2012 y me indicaron que mi puesto estaba en el área de Colegios, ya que estaban faltos de personal al tenerse que marchar la persona que estaba al cargo del mismo por parto gemelar.

Yo no había tenido nunca vocación por la enseñanza, nada más lejos de mi profesión (al principio administrativa y al final en el Área laboral, pura y dura, de papeleo), hasta que empecé a ir a los centros educativos, realizando una actividad sensibilizadora, que podía ser en forma de cuentacuentos, ayudada siempre de mis inestimables compañeras Ada, María, Isabel, Carmen, Malú, Salud), dinámicas de grupo, charlas sobre cómo trabaja nuestra ONGD en los países más desfavorecidos del planeta.

La primera vez que lo hice no me veía, estaba nerviosísima, pensaba que los niños que tenía delante no me iban a entender, no les iba a saber transmitir lo que quería, en fin… supongo que lo normal la primera vez que uno se dirige al público, aunque tengan 5, 9 o 16 años, eso no importa). Las compañeras que vinieron conmigo me felicitaron, con lo cual no fue la cosa tan mal, sobre todo cuando nos fueron llamando centro tras centro para hacer actividades y así poder llevar a cabo nuestra labor de concienciación en los colegios, institutos, grupos de catequesis, centros de discapacitados…

¿Sabéis que me aporta el trabajo de voluntaria?

Algunas personas con las que he hablado sobre este trabajo (sin remunerar, sí, pero lleva su trabajo) no entienden cómo se puede “perder el tiempo” sin recibir nada a cambio.

Claro está que no percibo remuneración alguna económica por estas horas que a la semana dedico a Manos Unidas, pero yo considero que mi trabajo allí no es ninguna pérdida de tiempo, si tengo en cuenta los muchos beneficios que a cambio recibo:

  • Me siento útil, realizo otras tareas distintas de las que el trabajo de ama de casa (que me ha tocado realizar desde que no encuentro trabajo remunerado)
  • He encontrado un lugar en la sociedad (ya soy algo por mí misma)
  • Socializo con mis compañeros
  • Veo la vida desde otro punto de vista, al trabajar con la pobreza, presente en todos los países a los que van dirigidos nuestros proyectos de desarrollo.
  • Me he hecho más humilde, ya que cuando necesito ayuda, la pido sin ningún tipo de vergüenza por sentirme una inútil (informáticamente hablando)
  • Me he hecho una persona menos egoísta, ya que cuando alguien necesita ayuda, me ofrezco a prestársela si está en mis manos
  • Me ha subido la autoestima, ya que al ser la responsable del área, me siento un poquito “líder” enseñando a las compañeras, programando actividades, mostrándome en público, realizando informes, etc.
  • Me ha ayudado a ser responsable y organizada. El trabajo en casa se presta a ser realizado cuando buenamente se pueda
  • Desde luego, he perdido el miedo y la vergüenza al hablar para gente (he llegado a hablar a cientos de chavales hasta de Bachillerato)
  • Siento que me estoy entregando a los demás, sobre todo a los más necesitados
  • Me ayuda a ver otras realidades totalmente distintas de las que vivimos aquí en nuestra sociedad, donde la mayoría de personas no carecemos de casi nada

Estas son unas cuantas de todas las ganancias que me da el trabajo de voluntariado, el cual espero tener salud y ganas para seguir desarrollando y en el hipotético caso de que encontrara un trabajo remunerado, intentaría con todas mis fuerzas compatibilizarlo con este, aunque sea a distancia.

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