Las voluntarias de la comarcal de Buñol organizaron una cena del hambre con diversas actividades para llegar al corazón de los asistentes.
Para empezar, se entregó a los participantes un papel con una palabra con un significado especial por su emotividad o por su contenido, palabras como: enseñar, animar, alegría, comprensión, empatía, proteger, etc.
Con estas palabras querían hacer llegar el mensaje de que “toda pequeña obra o acción, no por ella misma, sino por la aceptación de ser una comunidad, hace que nuestro granito de arena, se convierta en algo más que construye el hogar que es la tierra”, han detallado desde la comarcal de Buñol.
Una vez iniciada la cena, libremente cada uno pudo pegar su palabra sobre el dibujo de la Tierra que se había colocado como mural.
A la cena acudieron alrededor de 100 personas, entre las que se encontraba el cura, Enrique Boronat, y el vicario, Arturo. Además, por parte de la corporación municipal acudió la alcaldesa Juncal Carrascosa. A todos ellos se agradece acompañar a Manos Unidas en este acto benéfico.
Tras la cena tuvo lugar una rifa con diversos objetos y también con productos de artesanía (ganchillo y jabón casero) que fueron donados, lo que permite completar los donativos de la cena.
Finalmente mencionar otra de las actividades que se organizaron para esta cena que fue la lectura de un poema de María Dolores Sánchez:
“He soñado con un mundo nuevo
De justicia y amor fraternal
Donde todos somos como hermanos
Y vivimos felices y en paz
No tenemos ni tuyo ni mío
Pues vivimos en comunidad
Allí el odio no tiene cabida,
Ni la muerte, ni la enfermedad
Empezamos el día rezando
Dando gracias a Dios Por la vida
Por la dicha de vivir unidos
Siempre juntos en paz y armonía.
Es un mundo donde no hay fronteras
Y el dinero no tiene valor
Ya que todo lo que hay es de todos
Pues impera la ley del amor.
Y allí todos servimos a todos
Como hijos que somos de Dios”.
Enhorabuena a las voluntarias de la comarcal de Buñol por su trabajo y por su buen resultado.