Este pasado fin de semana las calles de Tordesillas han vuelto al medievo. La localidad ha celebrado su mercado medieval entre estandartes y pendones que colgaban de los balcones del casco histórico. Músicos, malabaristas, saltimbanquis, comedores de fuego, señores feudales, damas, príncipes y princesas, monjes, labriegos, soldados, brujas, mendigos, trovadores y un sin fin de personajes han realizado entretenidos y coloristas pasacalles que han recorrido el casco histórico.
Y no podían faltar las voluntarias de Manos Unidas con un puesto, y a pesar de las inclemencias del tiempo, ahí estuvieron con ilusión.
Tenían muchas cosas para vender para reunir dinero para financiar los programas, planes y proyectos de desarrollo integral dirigidos a atender las necesidades de las comunidades más aisladas, las que tienen un Índice de Desarrollo Humano más bajo, las que no cuentan con otras ayudas.
Y también para sensibilizar, para dar a conocer y denunciar la existencia del hambre y de la pobreza, sus causas y sus posibles soluciones.