Manos Unidas se suma a la celebración el 5 de diciembre del Día Internacional de los Voluntarios resaltando el trabajo de las 5.052 personas que desinteresadamente dedican su tiempo, esfuerzo y conocimientos al trabajo de la ONG en España. Manos Unidas se constituyó como una organización de voluntarios y esta cualidad sigue siendo, a día de hoy, una de sus principales fortalezas y señas de identidad.
Los voluntarios de Manos Unidas trabajan principalmente en tres ámbitos: la realización de actividades solidarias con el fin de recaudar fondos para proyectos de desarrollo en los países del Sur (más de 1.400 proyectos en 60 países durante 2016); la sensibilización de la sociedad española ante el problema del hambre en el mundo y sus causas; y la participación en el funcionamiento diario de la Organización, lo que incluye responsabilidades técnicas y organizativas a todos los niveles.
En la actualidad, los voluntarios de Manos Unidas suponen el 97,5% de las personas que trabajan en la Organización. Según Julián Jiménez, Coordinador del Departamento de Voluntariado, «la implicación y la energía de los voluntarios, tanto en los Servicios Centrales como en las 71 Delegaciones en España, son una de las claves que hacen posible nuestro trabajo. Para nosotros, el voluntariado responde a la solidaridad de la que hablaba Juan Pablo II: la determinación firme y perseverante de trabajar por el bien común».
Un ejemplo de ciudadanía global «frente al desánimo y el derrotismo»
La apuesta de Manos Unidas por el voluntariado se remonta a sus orígenes, hace casi 60 años, y prueba de ello es que la Organización exige en sus estatutos que los órganos de gobierno estén constituidos por personas voluntarias. Es el caso de la Presidenta, Clara Pardo, también voluntaria, que ve en la generosidad de los voluntarios «un ejemplo frente al desánimo o el derrotismo», así como una forma de participación «imprescindible en una época en la que cada vez es más necesario tomar partido, implicarse y comprometerse en la búsqueda de soluciones colectivas a problemas que son globales».
En palabras de Araceli Cavero, voluntaria en Manos Unidas desde hace más de 30 años y expresidenta de la Delegación de Huesca, es una actividad en la que «no se recibe dinero, prestigio o poder, pero sí la satisfacción de aportar a la construcción de un mundo mejor». Cavero, quien recientemente ha sido galardonada con la Mención Honorífica en los Premios Estatales al Voluntariado, asegura que el voluntariado ofrece la oportunidad de «estar abierta al mundo y conocer personas maravillosas, lo que te enriquece espiritualmente».
A nivel mundial, y según datos del Programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU), hoy son mil millones de personas las que realizan actividades de voluntariado, tanto en el ámbito internacional como en sus propias comunidades. Para Richard Dictus, Coordinador Ejecutivo del VNU, «los voluntarios son los verdaderos ciudadanos globales que pueden contribuir a cambiar la trayectoria de la humanidad» y, en palabras del papa Francisco, son «personas capaces de contrarrestar con su vida el individualismo» en un mundo que necesita «signos concretos de solidaridad».