La labor que realizamos desde hace 60 años ha sido posible gracias al trabajo y la colaboración económica de miles de personas, empresas e instituciones. Hoy reconocemos con alegría y profundo agradecimiento que Manos Unidas sigue siendo un camino para la solidaridad.
En uno de nuestros boletines de 1970 proponíamos seis acciones que van más allá de esta colaboración con Manos Unidas; seis ideas para poner en práctica en nuestro día a día y sumar esfuerzos en la lucha contra el hambre y la pobreza.
- Informar. A nuestra familia, a nuestros amigos; en el colegio o la Universidad. Para ello tendremos que empezar por informarnos nosotros mismos.
- Educar. Creando una conciencia de responsabilidad y de solidaridad.
- Trabajar. Para ayudar a los países en vías de desarrollo a encontrar nuevas técnicas y en la investigación.
- Ayudar. A los que la situación del hambre o subdesarrollo obliga a abandonar su país o su región para que logren salir adelante.
- Compartir. Nosotros pertenecemos a ese 15% de la población mundial que detenta el 85% de la riqueza. Por poco que poseamos podemos considerarnos ricos.
- Darnos. Nuestro tiempo, nuestros conocimientos, nuestro dinero, nuestra influencia.
Un hombre solo puede muy poco; pero muchos hombres de muchos países pueden hacer muchas cosas en favor de millones de personas y cambiar la faz de la tierra.
