ACTUAR DESDE LA ESPERANZA

El derecho al desarrollo en el centro de la lucha contra la pobreza

Celebramos nuestro 60 aniversario, pero esta celebración no debe ser ocasión para gestos triunfales, sino para fijar aún más nuestra mirada en los más pobres.

En este primer año de un trienio de trabajo dedicado a los derechos humanos, pretendemos tener una mirada nueva sobre algunos sectores de intervención que pueden contribuir de manera decisiva a hacer efectivo el derecho al desarrollo:

  • Educación. Este ámbito de trabajo es esencial para que las personas y sus comunidades se reconozcan como titulares de derechos
  • Salud. Vincularemos el acceso a servicios sanitarios con otros derechos como la alimentación, la vivienda adecuada, el trabajo, la no discriminación, el acceso a la información y la participación.
  • Igualdad de derechos y empoderamiento de las mujeres. Es clave seguir luchando para eliminar las desigualdades entre hombres y mujeres en todos los sectores, sobre todo en educación, atención médica, trabajo digno, reconocimiento social y participación en las decisiones políticas y económicas.
  • Alimentación. Con el fin de promover una producción a pequeña escala, cercana  a las mujeres, agroecológica y destinada a alimentar al mundo, mantendremos las estrategias fundamentales del trienio anterior –denunciar todo aquello que dificulta el derecho a la alimentación, proponer alternativas, reforzar a nivel comunitario la producción sostenible, la comercialización, la organización y la incidencia política- y nos sumaremos al Decenio para la Agricultura Familiar proclamando por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
  • Agua y saneamiento. Apoyaremos la gestión sostenible del agua y unos servicios de saneamiento adecuados para asegurar una vida digna, una alimentación de calidad y un entorno humano saludable.
  • Medios para una vida digna. Reforzaremos los procesos de generación de ingresos para que aporten resiliencia y estabilidad económica a las familias en el marco de una economía social.
  • Educación para el desarrollo. Seguiremos transmitiendo a la sociedad mensajes que inviten a generar una mentalidad y unos hábitos de vida más acordes con el reparto equitativo de los bienes. Nuestro modelo de desarrollo ha de descansar sobre la dignidad de la persona y posibilitar el derecho al desarrollo de todo ser humano. La educación para el desarrollo será una herramienta esencial para conseguir la transformación personal y social que nos lleve hacia un mundo más justo y en el que cada uno de nosotros optemos por modelos de consumo que favorezcan la justicia y la igualdad.

Un futuro con esperanza

Manos Unidas lleva 60 años en la sociedad española y en los países del Sur manifestando su compromiso con los excluidos. Creemos en un mundo fraterno donde reinen la justicia y la paz y sabemos que es necesaria la colaboración de cada persona para construirlo.

En línea con las palabras del Papa Francisco en la Jornada Mundial de los Pobres, queremos ser esas benditas manos que se abren para acoger a los pobres y traer esperanza y, con ese fin, convocamos a todos cuantos quieran a unir sus manos a las nuestras. Es un gran reto que exige una fe en lo humano y un compromiso coherente con unas relaciones humanas fraternas, con y para los demás.

CREEMOS EN LA IGUALDAD Y EN LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS

 

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