EL EFECTO SER HUMANO
Desde Manos Unidas, queremos trasladar a la sociedad cómo la crisis medioambiental está afectando a millones de personas, sobre todo del Sur global, perjudicando sus derechos más básicos como el derecho a la alimentación, al agua potable, a la salud, a una vida digna, a un entorno saludable, generando una gran injusticia climática.
Con esta nueva campaña, queremos alzar la voz por el cuidado del planeta porque es el camino para luchar por la dignidad de las personas. Bajo el lema «El Efecto Ser Humano», queremos concienciar de que el maltrato al planeta tiene consecuencias mayores al otro lado del mundo, y destacar ese doble poder del ser humano para transformarlo, para bien y para mal. Somos «la única especie capaz de cambiar el planeta».
Mientras que las causas del cambio climático están, sobre todo, relacionadas con la creciente actividad económica de los países más desarrollados, sus riesgos, impactos y consecuencias más severas las sufren los pueblos vulnerables del Sur, que poco han participado en originar el problema.
Se estima que entre 3.300 y 3.600 millones de personas —cerca de la mitad de la población mundial— viven en contextos «altamente vulnerables» al cambio climático.
El cambio climático no nos afecta por igual: mientras una parte de la humanidad puede hacer frente a las adversidades climáticas (hay más medios para paliar los daños), hay millones de personas mucho más vulnerables a los impactos negativos del cambio climático. Según datos del Panel Intergubernamental sobre el cambio Climático (IPCC), «entre 2010 y 2020, la mortalidad humana por inundaciones, sequías y tormentas fue 15 veces mayor en las regiones altamente vulnerables, en comparación con las de muy baja vulnerabilidad».
Esta alta vulnerabilidad puede comprobarse en los efectos del cambio climático sobre el derecho a la alimentación, con sequías pertinaces que causan hambruna en el Corredor Seco Centroamericano, el Sahel o Madagascar; en la contaminación creciente de las aguas, que merma su disponibilidad para las necesidades humanas y la salud de los ecosistemas; en la subida del nivel del mar con pérdidas de zonas de cultivo, erosión de terrenos, desaparición de caladeros de pesca tradicionales, y destrucción de viviendas e infraestructuras; y en el aumento de desplazamientos forzosos por todas las causas enunciadas que afecta ya a más de 800 millones de personas.
Por todas estas razones, para Manos Unidas, la verdadera lucha contra el cambio climático debe partir de la convicción tantas veces evidenciada por el papa Francisco de que existe una auténtica «deuda ecológica» entre los países del Norte y los del Sur.