“La Guajira se nos ha llevado el alma en los últimos años”
La Guajira es una Península al norte de Colombia en la que Ruth Consuelo Chaparro desarrolla su labor de Comunicadora social. La Fundación Caminos de Identidad trabaja con Manos Unidas por los derechos de los indígenas asentados en la región.
Ruth describe este bella zona como “una de las mas ricas del país; tiene carbón, gas, sal, turismo”. Sin embargo, expone que también es “una de las regiones más corruptas”.
“A ellos los mata el olvido, el abandono, se quedaron sin agua”
La Comunicadora social alarma, con lágrimas en sus ojos, que La Guajíra es “una de las regiones mas inequitativas del país, donde en los últimos cinco años 4000 niños indígenas murieron por desnutrición”. “Eran menores de dos años; los mato la inequidad; los mato la exclusión, la indiferencia y el silencio”, atestigua.
Ruth Consuelo Chaparro afirma que en “Colombia no se conocía esta situación”: “Todavía cuesta mucho reconocerla”. “Estamos por encima de Angola en desnutrición”. “Trabajando intensamente porque el hambre y la pobreza extrema son inaceptables”.“Estamos compensando en lo mínimo porque el daño que se le ha hecho a estos pueblos con el racismo es irreparable, es impagable. “Estamos haciendo justicia social y compensando lo que otros les han quitado”.
“Cuando ganamos confianza es maravilloso verlos correr y abrir sus brazos “
Ruth cuenta la historia de vida de uno de los niños que sufría “desnutrición aguda, donde se pueden contar las costillas”. El niño recuperó masa muscular en tres meses gracias al programa de nutrición a base de maíz y leche.
El pequeño “recuperó las lágrimas porque estaba deshidratado y no podía llorar; y el cabello le empezó a brillar; y en sus ojos brillaba la esperanza”, recuerda.
Ruth explica el artesano trabajo de los padres de muchos de estos niños “que tejen (bolsos, hamacas…), pero en el mercado les pagan 10 euros por una obra de arte que después en la capital vale 100 o 200 euros y en las pasarelas internacionales, las mas famosas; ese mismo producto vale 300 o 500 euros”, lamenta y continúa: “Lo que llaman mercado justo no existe. Estos pueblos trabajan pero tienen que ser respetados y nosotros tenemos que ser sus aliados”, concluye.
“Uniendo manos, solos no podemos, tenemos que articularnos con el sector publico, con el sector privado, con los medios de comunicación, con las iglesias”, informa la comunicadora.
“Colombia cuenta con más de un centenar de pueblos indígenas, de los cuales, más de la mitad, están en la Amazonía”.
La diversidad lingüística, cultural, histórica y situacional son parte de su riqueza.
Ruth invita a “acercarse para poder experimentar lo diverso y escuchar atentamente y ver que en la diferencia también podemos encontrar lo que nos hace falta”.
“Estos pueblos respetan a los ancianos; consideran que el anciano es lo mas importante en la familia. “Nunca encontraras un anciano abandonado o maltratado”, cuenta.
“Estos pueblos respetan la naturaleza y allí tenemos mucho que aprender”.
Cree que los indígenas han sido muy claros con la afirmación: “Contamina el planeta y tendrás que tomarte tu propio estiércol”.
“Consumir y seguir consumiendo y contaminando ha cambiado el clima y quienes pagan el costo son los que no han generado la crisis”.
Ruth Consuelo afirma que “hay minas de coltán, oro, hay petróleo al servicio del desarrollo” y los indígenas, “los dueños del territorio son lo que salen perjudicados”. La comunicadora social invita a la sociedad a revisar el costo que tiene este progreso.
Ruth explica que los indígenas se sienten bendecidos por los dioses al vivir en estas tierras, pero “ellos saben que eso es un bien de toda la humanidad”.
Ruth Consuelo ha” visto a estos pueblos morir en la miseria pero felices, se puede vivir con menos”, confirma.
“Agradezco mucho a Manos Unidas; a estas mujeres que decidieron hace 56 años declararle la guerra al hambre”
La Fundación Caminos de Identidad trabaja conjuntamente con la ONG por los derechos de los indígenas y dice orgullosa: “En alianza con Manos Unidas estamos salvando vidas de seres humanos concretos que tienen derecho a vivir”.
Rosa Toullis- Comunicación