La tarde del jueves fue fría en Madrid pero cálida para las casi 600 personas que acudieron al Auditorio de la Mutua Madrileña para asistir al lanzamiento de la Campaña 58 de Manos Unidas: «El mundo no necesita más comida. Necesita más gente comprometida». Con esta Campaña, enmarcada en el trienio 2016-2018 de lucha contra el hambre, insistimos en la necesidad de un compromiso firme para acabar con el hambre que afecta a una de cada 9 personas en el mundo, es decir, a casi 800 millones de seres humanos.
El acto fue presentado de manera ágil por la periodista Laura Madrueño, que señaló que esta Campaña quiere «acabar con la indiferencia y animar a la sociedad a hacer gestos concretos», y recordó que es posible acabar con el hambre al igual que se consiguió acabar con la esclavitud, «algo que parecía imposible y que la humanidad logró cambiar».
A continuación presentó el video de Campaña, que resume en cinco minutos los mensajes que Manos Unidas difundirá durante 2017 y que puedes ver aquí:
Tras dedicar también unas palabras a quienes están cerca de nosotros y sufren la crisis, como los desempleados, Laura Madrueño presentó a la presidenta de Manos Unidas, Clara Pardo, y a los invitados especiales Ruth Chaparro y Eugenio López, llegados de Colombia y Mozambique, respectivamente.
Clara Pardo intervino con un discurso muy completo que abordó con rigor y sensibilidad algunos de los problemas más importante de nuestros días. En línea con los objetivos de la Campaña, señaló que el 29% de los últimos 600 proyectos aprobados son iniciativas agrícolas para combatir el hambre. Recordó también el apoyo de Manos Unidas para «reconstruir vidas» tras el terremoto de Ecuador y el huracán de Haití; los esfuerzos que se están realizando para apoyar a desplazados y refugiados «que han dejado atrás toda una vida para toparse con muros y puertas»; y a los 2 millones de personas a las que Manos Unidas acompaña en su día a día, desde la lucha de las mujeres en India hasta la mejora de las cosechas de comunidades campesinas en todo el mundo.
«Es preciso sentirse en camino»
En palabras de la Presidenta, todo este trabajo es posible gracias al compromiso de socios y colaboradores, «cerca de 78.000 personas que han hecho de la causa de los más desfavorecidos, su causa».
A continuación intervino el sacerdote misionero Eugenio López para acercarnos a la realidad de Mozambique y relatar la experiencia del Instituto Politécnico de Nacuxa, que es ya una referencia educativa en el país gracias al apoyo y financiación de Manos Unidas. Con serenidad y sencillez afirmó que era necesario preguntarnos «si podemos mejorar nuestro compromiso», ya que hay «una multitud paciente» que lo espera.
«Es preciso sentirse en camino», dijo Eugenio al final de su presentación, y la tarde siguió intensa y emotiva con la participación de la luchadora Ruth Chaparro, subdirectora de FUCAI, uno de los socios locales de Manos Unidas en Colombia. Con el corazón en cada palabra y con gran claridad, Ruth nos mostró la difícil realidad de la Guajira, una región que no es pobre en recursos pero donde sus niños mueren de hambre, empobrecidos por la indiferencia y la corrupción del poder político y económico. «El hambre duele», nos dice Ruth, «y aún más ver a un hijo morir de hambre y conocer las causas». Por eso las mujeres se levantaron en el movimiento de las «mantas negras», una forma de luto que es un «símbolo de resistencia» que muestra que seguirán luchando hasta que acabe el hambre.
Accede al testimionio completo de Ruth Chaparro
Hacen falta acciones…
«A este mundo le sobran palabras, hacen falta acciones», afirmó Ruth, y agradeció los proyectos que Manos Unidas ha puesto en marcha en infraestructuras, formación y acceso al agua en un lugar donde «hasta las mariposas corren buscándola».
Como perla final al acto, Laura Madrueño presentó un video realizado con arena por la artista Didi Rodan, y que muestra de forma sorprendente cómo nuestro modelo de consumo tiene impacto en las poblaciones del Sur.
Así acabó un emocionante acto, con el ánimo de trabajar desde ya para lograr ese compromiso transformador que demanda la Campaña, y con el objetivo de que cada vez seamos más y podamos, en palabras de Clara Pardo, «escribir la palabra FIN en una historia que dura ya demasiados años: la de la guerra contra el hambre».