Aniversario de las explosiones en Beirut: el pueblo pide justicia

Un año después de las explosiones en Beirut no se han exigido aún responsabilidades. 

Aniversario de las explosiones en Líbano

Se cumple hoy un año desde que Beirut, capital de Líbano, resultara parcialmente destruida por dos brutales explosiones que tuvieron lugar en la tarde del 4 de agosto de 2020.

Ese mismo día, en Manos Unidas recibíamos los mensajes de algunos de nuestros socios locales, incapaces de asimilar lo que había sucedido en el puerto de la capital. Las explosiones, que, además del caos y la destrucción, dejaron más de 200 muertos y miles de heridos, acrecentaron la ya de por sí difícil situación económica y social que atravesaba el país.

Desgraciadamente, doce meses después de la catástrofe, la realidad libanesa dista mucho de haber mejorado. Desde el proyecto de apoyo a la población refugiada siria e iraquí en el que Manos Unidas colabora con la Asociación Fratelli, el hermano Miquel Cubeles, denuncia la inacción del gobierno. El religioso español, que lleva años trabajando en el país, asegura que, la población libanesa «harta de la clase política y de la situación de impunidad, corrupción», va a salir a la calle pidiendo responsabilidades.

«Un año después de la tragedia, no hay culpables y el país se hunde, su gente vive en la miseria. Queremos justicia y queremos clarificar las responsabilidades», explica Cubeles, que afirma, también, que, desde el proyecto Fratelli, se unen «a todas las víctimas y a sus familiares para pedir justicia».

Explosiones en Beirut. Foto tomada de AFP

Un año después de la tragedia, no hay culpables y el país se hunde, su gente vive en la miseria. Queremos justicia y queremos clarificar las responsabilidades.

África Marcitllach, coordinadora de proyectos de Manos Unidas en Oriente Medio, ha querido recordar a la población de Líbano, «cada vez más sumida en la pobreza extrema, víctimas de una situación política, social y económica cada vez más deteriorada».

Marcitllach explica que en 2020 Manos Unidas trabajó, sobre todo, en proyectos de emergencia con Cáritas Líbano y con Fratelli y que las condiciones socioeconómicas y sanitarias que atraviesa el país nos han obligado a variar las actividades de algunos de los proyectos, fundamentalmente el de la Asociación Fratelli. «Lo peor es que la inestabilidad política y social complica, cada vez más, nuestro trabajo en Líbano», lamenta Marcitllach.

De cualquier manera, hoy, un año después de la tragedia, Manos Unidas y Fratelli quieren acompañar a los familiares de las víctimas y al pueblo de Líbano en su petición de justicia y reiteran su compromiso de trabajar y acompañar a los colectivos de población más vulnerables en su búsqueda de una vida mejor.

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