Benedicto XVI pide la paz en el mundo en su mensaje de Navidad

El papa Benedicto XVI pidió la paz en el mundo en el Mensaje Urbi et Orbi de 2012. Durante su discurso, el pontífice tuvo un recuerdo especial para los países en conflicto, para aquéllos en los que no se respeta la libertad religiosa y para los que se enfrentan a diario a altas tasas de criminalidad, y apeló porque "todas las tierras sean una tierra buena, que acoge y hace brotar el amor, la verdad, la justicia y la paz".

El papa Benedicto XVI pidió la paz en el mundo en el Mensaje Urbi et Orbi de 2012. Durante su discurso, el pontífice tuvo un recuerdo especial para los países en conflicto, para aquéllos en los que no se respeta la libertad religiosa y para los que se enfrentan a diario a altas tasas de criminalidad, y apeló porque "todas las tierras sean una tierra buena, que acoge y hace brotar el amor, la verdad, la justicia y la paz".

"(...) Sí, que la verdad brote para la población de Siria, profundamente herida y dividida por un conflicto que no respeta ni siquiera a los enfermos y cosecha víctimas inocentes. Una vez más hago un llamamiento para que cese el derramamiento de sangre, se faciliten las ayudas a los prófugos y a los desplazados y, a través del diálogo, se alcance una solución política al conflicto.

Que la paz brote en la Tierra donde nació el Redentor, y él conceda a israelíes y palestinos la valentía de poner fin a tantos años de luchas y divisiones, y emprender con decisión la vía de la negociación.

Que en los países del Norte de África, que atraviesan una profunda transición en la búsqueda de un nuevo futuro – en particular en Egipto, la amada tierra bendecida por la infancia de Jesús – los ciudadanos construyan juntos sociedades basadas en la justicia, el respeto de la libertad y la dignidad de cada persona.

Que la paz brote en el vasto continente asiático. Que el Niño Jesús mire con benevolencia a los numerosos pueblos que habitan en aquellas tierras y, de modo especial, a cuantos creen en él. Que el Rey de la Paz dirija su mirada a los nuevos dirigentes de la República Popular China en el alto cometido que les espera. Expreso mis mejores deseos de que en esta misión se valore la contribución de las religiones, respetanto a cada una de ellas, de modo que puedan contribuir a la construcción de una sociedad solidaria, para bien de ese noble pueblo y del mundo entero.

Que la Navidad de Cristo favorezca la vuelta de la paz en Malí y de la concordia en Nigeria, donde crueles atentados terroristas continúan causando víctimas, particularmente entre los cristianos. Que el Redentor ayude y consuele a los prófugos del Este de la República Democrática del Congo y conceda la paz a Kenia, donde sangrientos atentados han golpeado la población civil y los lugares de culto.

Que el Niño Jesús bendiga a los numerosos fieles que lo celebran en Latinoamérica. Que haga crecer sus virtudes humanas y cristianas, sostenga a cuantos se han visto obligados a emigrar lejos de su familia y de su tierra. Que fortalezca a los gobernantes en su compromiso por el desarrollo y en la lucha contra la criminalidad".

(...)Que todas las tierras sean una tierra buena, que acoge y hace brotar el amor, la verdad, la justicia y la paz. Feliz Navidad".

Ver mensaje completo en el pdf adjunto.

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