Clara Pardo en los medios: existe otra realidad por la que trabajar

Desde que fuera elegida presidenta de Manos Unidas por la Asamblea de la organización, numerosos medios de comunicación se han interesado por su persona y por su proyecto. Licenciada en Derecho y Económicas, y proveniente del mundo de la banca y la empresa, la presidenta de Manos Unidas apunta que lo que se requiere para llevar a cabo la labor que ahora desempeña es “mucha humanidad”. Existe “otra realidad por la que trabajar".

Desde que el pasado 21 de mayo fuera elegida presidenta de Manos Unidas por la Asamblea de la organización, numerosos medios de comunicación se han interesado por su persona y por su  proyecto. En estas líneas te resumimos en titulares algunas de las intervenciones de Clara en estos medios.  

Biografía y objetivos

Clara Pardo entró en Manos Unidas hace catorce años y en la última década ha sido la Coordinadora de Proyectos de Asia: "entré en el mundo de los proyectos, una de las grandes patas de Manos Unidas. Entré al principio en África, llevando un país, primero fue Ghana, y luego Sierra Leona que acababa de salir de la guerra, fue mi primer viaje con Manos Unidas y fue muy impactante”, así asegura que “viajar a estos países te da la oportunidad de ver de cerca la realidad a la que se enfrentan”.

Licenciada en Derecho y Económicas, y proveniente del mundo de la banca y la empresa, la presidenta de Manos Unidas apunta que, sobre todo, lo que se requiere para llevar a cabo la labor que desempeña ahora es “mucha humanidad”, porque, afirma, existe “otra realidad por la que trabajar”.

Su objetivo más inmediato es “primero consolidar todo lo que se ha hecho hasta ahora, sinceramente creo que las líneas de Manos Unidas están muy claras, van muy dirigidas y como vengo de proyectos, es una de las prioridades. Eso no es nada nuevo, porque lo ha sido para todas las presidentas de Manos Unidas hasta ahora”.

Acerca de Manos Unidas y las mujeres

Defiende los orígenes femeninos de la ONG: “La historia es muy bonita, pues Manos Unidas se creó en los años 50 por un grupo de mujeres que fueron tan valientes para declarar la guerra al hambre, para pedir a la sociedad que participase en el día del ayuno voluntario, renunciando a una comida para ayudar a la gente que lo necesitaba más. Y todo en una España que no estaba muy boyante”, comenta.

Y, aunque las mujeres siguen teniendo un papel protagonista y “los estatutos de Manos Unidas están redactados en femenino”, la ONG cuenta también con muchos hombres, y si bien hace pocos años se propuso cambiar los estatutos, incluyendo el genérico masculino, al final se decidió no hacerlo porque “es la seña de identidad de los orígenes de Manos Unidas”.

“Hay gran orgullo dentro de la Iglesia de que haya una organización muy grande que tiene una mujer al frente”. “Nos sentimos muy queridas y muy arropadas. Estamos encantadas de tener el apoyo de nuestros obispos y cuando hay un problema poder acudir a ellos. Nos sentimos apoyadas y también ellos nos dejan hacer, lo cual es fantástico".

Respecto a los voluntarios en toda España

“Yo creo que la gente es tremendamente solidaria, la gente quiere trabajar en un sitio que hace un buen trabajo para ayudar y Manos Unidas hace un gran trabajo para ayudar”.

Asegura que "el de la cooperación no es un mundo de buenismo, es un mundo muy profesional, el hecho de ser voluntario no significa no ser profesional, renuncias a un sueldo, no a un trabajo”, pues como indica “el compromiso es fundamental” y que aunque los puestos directivos estén ocupados por voluntarios, hay que “dejarse la piel”.

“Las delegaciones hacen maravillas para recaudar fondos”

Campaña “Plántale cara al hambre: Siembra”

Con la nueva campaña trienal que se ha iniciado en 2016, Pardo comenta: “Nuestra campaña en la que estamos inmersos los próximos tres años: "Plántale cara al hambre: Siembra” engancha con nuestros orígenes de sus fundadoras que declararon la guerra al hambre… Vas sembrando poco a poco y ves cómo las cosas van evolucionando”.

Y como argumenta, "hay que plantarle cara al hambre, como en la hambruna que hay declarada en Etiopía, pero también hay hambre de educación, de cultura, necesidad de agua e infraestructuras y paz en varios países africanos”.

Así, afirma que es posible acabar con el hambre en el mundo con pequeños gestos de cada ciudadano: “creo que es muy importante comunicar, trasmitir mejor todo lo que se hace, que la gente vea que cuando da el euro del café al que renuncia qué se hace con ese euro, que sean capaces de verlo, es muy importante que la gente sea consciente de que ese dinero llega”, así como ser capaz de rechazar la cultura del consumismo y destinar una parte del sueldo para donarlo a una ONG. Y para alcanzar estos objetivos es necesario "solidaridad, solidaridad y solidaridad, saber mirar a las personas en necesidad, abandonar toda indiferencia y dejar al corazón abrirse a la generosidad".

En cuanto a los Proyectos

Pardo destaca que todos los proyectos son importantes. "Todos tienen el mismo fin que no es otro que acabar con el hambre y la pobreza". “En 2015 Manos Unidas aprobó 595 proyectos, más o menos 37 millones de euros que se invirtieron directamente en proyectos propios y hemos dedicado casi dos millones a emergencias –aunque somos ONG de desarrollo puntualmente realizamos acciones de emergencia, por ejemplo en Ecuador-".

“Cuando ves a los niños estudiando debajo de un árbol, con un techado que se está cayendo o que tiene goteras, con un calor horrible en verano, les construyes un aula y vuelves a visitarlos poco después y están felices con su aula nueva, te das cuenta de lo maravilloso que es ese proyecto educativo o cuando se enseña un oficio a un grupo de mujeres en India tomando conciencia de sus derechos, que les permite agruparse y formar sus propios grupos de autoayuda, formando pequeños microcréditos o cartillas, y tres años después, -porque normalmente no son proyectos que se desarrollen en solo un año sino que se necesitan tres-, vuelves a verlas y ves su evolución, que han recobrado la confianza en ellas mismas, es una gran alegría”.

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