El hambre avanza por África

Los países del Sahel están a punto de entrar en una situación de emergencia como la que ya pasaron en 2005 y 2008. Ya son cerca de un millón los niños en riesgo de desnutrición severa, con las graves consecuencias que ésta lleva aparejadas. Níger, Mali, Burkina, Mauritania, Chad… ninguno de estos países se ha recuperado de la anterior crisis alimentaria cuando el hambre vuelve a llamar con insistencia a sus puertas.

Noticias Manos Unidas - El hambre avanza por África


NOTICIAS 22 de diciembre de 2011


 


El hambre avanza por África

Emergencia en el Sahel


La alarma saltaba hace poco en Níger, y poco a poco se fue extendiendo por el resto de los países del Sahel. Las consecuencias de la sequía, el incesante incremento del precio de los alimentos y el retorno al país de muchas de las personas que habían emigrado a países vecinos en busca de trabajo y sustento para sus familias, hacían prever una nueva emergencia alimentaria esta vez en el Sahel.


A pesar de que se tratarse casi de la “Crónica de una crisis alimentaria anunciada”, poco se ha hecho por evitarla. El mundo, que se entretiene salvando bancos y mercados, no parece querer dedicar demasiados esfuerzos a salvar la vida de miles de personas, relegadas en las prioridades y en las agendas de los más poderosos.


Los países del Sahel están a punto de entrar en una situación de emergencia como la que ya pasaron en 2005 y 2008. Ya son cerca de un millón los niños en riesgo de desnutrición severa, con las graves consecuencias que ésta lleva aparejadas. Níger, Mali, Burkina, Mauritania, Chad… ninguno de estos países se ha recuperado de la anterior crisis alimentaria cuando el hambre vuelve a llamar con insistencia a sus puertas.


Si no queremos un nuevo Cuerno de África este es el momento de actuar.


PROYECTO DE EMERGENCIA PARA LA COMPRA DE CEREALES


Acción de Emergencia en Burkina Faso: En Burkina Faso no cae una gota desde agosto. La tierra arcillosa, sufre las consecuencias del mal uso de los recursos y de la deforestación. Y el desierto avanza implacable. El pueblo burkinés, que vive principalmente de la agricultura de subsistencia, no es capaz de sacar fruto a las cosechas. El mijo y el sorgo, básicos en la dieta de la población, no han alcanzado el crecimiento necesario y de las 13 carretas (6,5 toneladas) de cereales que cada familia campesina recoge al año, en 2011 se ha recogido media carreta o 0,25 toneladas. El pellizco del hambre ya se deja sentir cada día en sus estómagos.

Y para más INRI, la escasez ha disparado los precios.


Así las cosas, el Gobierno, tras declarar la emergencia en el país, ha anunciado el inmediato reparto de cereales entre la población. Y, ante la imposibilidad de atender a toda la población, ha solicitado ayuda a las Cáritas de las diferentes diócesis y a los organismos internacionales que trabajan en Burkina.


En Dédougou, se ha llevado a cabo un estudio cuyas conclusiones hablan de casi 11.000 familias (10.744) en riesgo de padecer hambre si no recibe ayuda.


Manos Unidas ha acudido a su llamada y va a colaborar con 39.389 euros para la compra de 120 toneladas de cereales que serán repartidos entre 1.200 familias vulnerables de la diócesis.





Algunas imágenes de Burkina Faso








 


 


 


© Manos Unidas 2004

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