Manos Unidas ha aprobado un nuevo proyecto de emergencia que beneficiará a 2.400 personas de una de las zonas más afectadas por el huracán. La ayuda se dirigirá a la reparación de viviendas y caminos, así como a la prevención de epidemias como el cólera. La aportación de Manos Unidas asciende a 75.522 € y la contraparte ejecutora del proyecto es Caritas Diocesana de Jacmel.
El huracán Matthew ha dejado a su paso por Haití al menos 800 muertos y más de un millón de habitantes de todo el país necesita ayuda humanitaria de emergencia. Desde el punto de vista sanitario, ya se han reportado más de 500 casos de cólera. Sin embargo, muchos centros de salud han quedado destruidos y la población ha quedado totalmente desamparada.
Manos Unidas ha aprobado un nuevo proyecto de emergencia que beneficiará a unas 2.400 personas y tiene 3 objetivos: 1) Rehabilitar las viviendas de 140 familias, 2) Reparar 14 km de caminos rurales para la comunicación entre las comunidades y la llegada de ayuda, 3) Evitar la propagación de epidemias como el cólera, a través de la difusión de prácticas preventivas en el área rural.
La ayuda se dirige a toda un área de la zona sureste del país que se ha visto gravemente afectada, en concreto cinco comunas de la Diócesis de Jacmel: Cotes de Fer, Bainet, Jacmel, Marigot y Lavallée. Estas comunidades rurales, que ya eran muy vulnerables antes del ciclón por vivir solo de sus cosechas y carecer de servicios básicos de salud, educación o acceso al agua potable, han visto ahora agravada su situación, ya que muchas viviendas han quedado deterioradas o colapsadas y muchos caminos han sido destruidos, dejando a las poblaciones incomunicadas.
Los trabajos se llevarán a cabo a lo largo de 9 meses y la aportación de Manos Unidas será de 75.522 €. La contraparte ejecutora del proyecto es Caritas Diocesana de Jacmel, socio local de Manos Unidas en la ejecución de otros proyectos de desarrollo en el país. A raíz de la emergencia del terremoto de 2010, esta contraparte ha adquirido mucha experiencia en la construcción de viviendas antisísmicas y la colocación de cubiertas de zinc que, adecuadamente instaladas, resisten los fenómenos climáticos extremos. Se ha comprobado que los tejados que se instalaron con esa técnica han resistido el paso de este huracán. Además de conocer perfectamente las comunidades donde se va a desarrollar el proyecto, Caritas Jacmel cuenta con el respaldo de autoridades locales y la propia comunidad.
Manos Unidas ha enviado a Haití la primera partida de ayuda de emergencia, con el fin de paliar las graves consecuencias del paso del huracán Matthew por el país caribeño. La ayuda consiste en el envío de kits de material médico de urgencia para atender tanto a los afectados por el huracán que acudan al hospital St. Damien, que se localiza en el municipio de Tabarre, en Puerto Príncipe, como a las comunidades damnificadas en otras zonas del país.
Los 82.000 € que aporta Manos Unidas se destinarán a la compra de los suministros médicos para hacer frente al cólera y a la disentería y para el pago al personal de refuerzo. El socio local, Nos Petits Frères (NPH), aporta todos los gastos necesarios para el traslado y la distribución de los suministros en caravanas médicas: agua, suero oral y alimentos.
El proyecto atenderá aproximadamente a 60.000 damnificados por el huracán. >> Sigue leyendo.
Manos Unidas ha estado en contacto permanente con sus socios locales en el país caribeño para, entre todos, estudiar y decidir de qué manera nuestra colaboración puede resultar más efectiva ante esta emergencia.
“Manos Unidas va a concentrar su apoyo en los departamentos fronterizos a la zona del desastre, que también se han visto muy afectados por el paso de Matthew. Aquí es donde van a empezar a llegar, desplazadas, miles de personas en busca de ayuda”, señala Lucas Bolado, responsable de proyectos de Manos Unidas en Haití. “Estas personas que lo han perdido todo y los habitantes de las barriadas más pobres de Puerto Príncipe, serán prioritarios en la recepción de nuestro apoyo”.
Haití es un país que vive una emergencia permanente en el que Manos Unidas trabaja desde hace casi 40 años. “Estamos en Haití ahora, igual que lo estuvimos en el pasado y lo estaremos en el futuro”, asegura Bolado. “Nos quedaremos allí mientras nos necesiten”. >> Sigue leyendo.
