El feng shui del retrete con motivo del Dia Mundial del Retrete

El día 19 de noviembre se celebra cada año el Día Mundial del Retrete. En Manos Unidas sabemos muy bien que este saneamiento esencial es imprescindible para evitar la propagación de enfermedades como el cólera o el tifus. Pero también que su ubicación debe respetar las costumbres sociales y locales de cada lugar. Nuestro compañero Jesús Matsuki nos cuenta un proyecto que ha visitado en Coinbatore (Tamil Nadú, India) y que beneficia a 2.000 personas de la etnia Narikuravar.

Una niña de la comunidad tribal Narikuravar (Tamil Nadu, India)

En el mundo occidental a veces seguimos y a veces nos reímos de la estética interiorista de nuestros propios vecinos: “Energía positiva”, muebles que reflejan la personalidad de quien habita la casa, colores que “nos cargan de positividad”... Aunque hay elecciones comunes que nadie objeta al respecto por considerarlas lógicas, o más bien, dentro de la lógica formal occidental: ¿Acaso alguien ubicaría el retrete en mitad del salón?. Eso sí que rompería el “Feng-shui”, la armonía, o incluso la digestión de cualquiera. Pero la norma occidental es solo eso, nuestra. Agua en lugar de papel higiénico, inodoro fuera o dentro del baño, retretes que no apunten a la Meca...Basta viajar un poco para ir encontrando las diferencias entre unas culturas y otras. En el ámbito de la cooperación al desarrollo, el éxito de cualquier programa social radica en tener en cuenta estos condicionantes sociales.

Un ejemplo lo tenemos en Coimbatore, ciudad perteneciente al estado de Tamil Nadu, al sur de la India. Desde 2016, Manos Unidas desarrolla un proyecto integral en esta región con la comunidad tribal llamada Narikuravar. El gobierno de Tamil Nadu edificó los retretes pegados a sus casas, sin tener en cuenta que para esta comunidad pudiera ser inadecuado. No querían tener sus excrementos cerca de donde cocinan o viven. El resultado fue que nadie hacía uso de ellos.

Los Narikuravar son una comunidad semi-nómada cuyos ancestros se remontan a la etnia gitana. Han vivido alejados de las costumbres occidentales, e incluso al margen del propio desarrollo del país. En ellos se percibe las diferencias con el resto de la India de manera clara incluso en las vestimentas -muchas de las mujeres aún no visten con el tradicional Shari o Shalwar kameez indio-.

Con la colaboración de los servicios sociales de la diócesis -contraparte de Manos Unidas-, se pretende mejorar las condiciones de agua y saneamiento mediante la construcción de bloques sanitarios y pozos pero siempre teniendo en cuenta sus preferencias culturales y sociales. Se evitará, de esta manera, la propagación de enfermedades como el cólera o el tifus,al estar las aguas fecales controladas y no entrar en contacto con el agua de consumo.

Cerca de 2.000 personas son las beneficiarias de este proyecto sanitario integral con consecuencias positivas directas sobre la población a corto y largo plazo. Habrá menos enfermedades y por tanto una  mayor capacidad laboral y de aprendizaje escolar en menores, entre otros aspectos.

Los Narikuravar no piden que sus retretes tengan tapas de colores, diseños modernos o conjunto de toallas y jaboneras a juego. Encuentros con culturas tan diferentes hacen replantearte y analizar el porqué de las cosas más cotidianas del día a día de nuestra vida occidental. Si a un Narikuravar le preguntas por el feng shui, pensarán que hablas el idioma de sus vecinos chinos del norte o que simple y llanamente: “eso son...cosas occidentales”.

 

Jesús Matsuki
Voluntario de Manos Unidas
Departamento de Proyectos en Asia

Galería de imágenes: 
Uno de los retretes construidos con el proyecto que apoya Manos Unidas. Foto Jesús Matsuki/Manos Unidas
Jóvenes de la etnia Narikuravar bailan en la última visita de Manos Unidas al proyecto
Un anciano de la etnia Narikuravar.
Una de las jóvenes de la comunidad Narikuravar

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