Manos Unidas se une al llamado de la Conferencia Episcopal Española para frenar la violencia, permitir que llegue la ayuda humanitaria y evitar la muerte de miles personas.
Manos Unidas, como organización de la Iglesia católica en España para la lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad, alza la voz para denunciar la gravedad de la situación que viven miles de personas en Gaza. La espiral de violencia ha derivado en una crisis profunda que afecta, sobre todo, a los más vulnerables: bebés, niños, mujeres, personas mayores y enfermos que llevan meses sin alimentos, agua o medicamentos esenciales.
La escalada de bombardeos ha obligado a cientos de miles de personas a desplazarse, mientras los hospitales, destruidos o colapsados, ya no pueden atender a una población en estado crítico. El bloqueo impide el ingreso de ayuda vital y, según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, las condiciones actuales hacen inviable la supervivencia de los civiles atrapados en Gaza.
Manos Unidas continúa, junto a sus socios locales, con la labor humanitaria en Cisjordania para ayudar a los más necesitados. Entre las acciones que lleva a cabo, destaca la financiación de una clínica móvil para que más de 2000 mujeres embarazadas, niños y bebés tengan acceso a una sanidad de calidad en Belén, así como impulsar centros educativos para niños beduinos y el fortalecimiento comunitario de mujeres y jóvenes en el desierto de Judea.