La FELICIDAD... en Haití

Una vez más, el padre Fredy pone en práctica la máxima que guía todas sus acciones: “Vivir para ayudar a otros a vivir”. Podríamos decir, sin miedo a equivocarnos, que el padre Fredy Elie es una de esas personas que han nacido con la misión de hacer felices a los demás. La historia que nos cuenta el religioso haitiano, volcado en los más desfavorecidos de la comunidad de Caradoux, es un ejemplo de cómo la sonrisa de un niño puede iluminar, incluso, la más negra de las realidades.

Una vez más, el padre Fredy pone en práctica la máxima que guía todas sus acciones: “Vivir para ayudar a otros a vivir”. Podríamos decir, sin miedo a equivocarnos, que el padre Fredy Elie es una de esas personas que han nacido con la misión de hacer felices a los demás. La historia que nos cuenta el religioso haitiano, volcado en los más desfavorecidos de la comunidad de Caradoux, es un ejemplo de cómo la sonrisa de un niño puede iluminar las más negras circunstancias.   

"Ayer, en la distribución, me llamó la atención este niño y quisiera compartirlo con todos ustedes.

Llegaba con la desesperación en la cara, preguntándome a las puertas (del recinto de la parroquia) si podía entrar para recibir algo de comer. Le respondí que tenía derecho a comer...

Al salir no paraba de sonreir llevando su plato de comida a su casa, seguro para compartir con otros hermanitos...
 
¡Es tan poco lo que necesita un niño para ser feliz...!
 
Gracias "infinitamente" a la feligresia de la parroquia Santisima Trinidad, con su parroco, el padre Miguel. Y a los misioneros que llevan el proyecto de acompañar a la comunidad de Caradeux y eso desde el terremoto.
 
Gracias por ayudarnos a hacer felices a muchos niños. Gracias a los que apoyan esa misión en la capilla del Sagrado Corazón de Jesús de Caradeux. ¡Que Dios nos bendiga con la paz!".

En el enlace adjunto, puedes encontrar mucha más información sobre el padre Fredy y su trabajo en favor de los afectados por el terremoto de Haití de enero de 2010.   

 

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