Manos Unidas apoya a los pueblos indígenas del Chaco paraguayo

En Paraguay, el 2 % de la población posee más del 85 % de las tierras cultivables.

El Chaco, Paraguay

Manos Unidas acompaña a pueblos originarios del Chaco paraguayo, uno de los mayores puntos de biodiversidad del planeta, que ven desaparecer su hábitat ante el avance de monocultivos y tierras dedicadas a pastos ganaderos. Un ejemplo es la comunidad Payseyamexyempa’a, del pueblo Enxet Sur, en el distrito Villa Hayes, que se encuentra en una situación de pobreza extrema, a raíz del aislamiento al que están sometidos, rodeados por fincas de terratenientes.

«En todos los rincones del país, los grandes propietarios tratan de amedrentar a los indígenas, incluso con personas armadas a su servicio, con la perspectiva de que las comunidades abandonen algún día las tierras en las que viven», explica Lidia Ruiz, coordinadora ejecutiva de Tierraviva.

«Manos Unidas está al lado de estas poblaciones para fortalecer la seguridad jurídica de sus territorios, impulsar iniciativas agroecológicas para la alimentación de las familias, ofrecer herramientas de formación para que las comunidades conozcan y reclamen sus derechos y, en definitiva, permanecer junto a ellas en la lucha por sus derechos, sus bosques y su propia supervivencia», asegura Carlos Vicente Alconcé, responsable de proyectos de Manos Unidas en Paraguay, Ecuador y Brasil.

 

 

 

 

 

 

 

 

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