Manos Unidas quiere mostrar su solidaridad con el pueblo nepalí, tras el terremoto que ha devastado parte del país asiático. Por ahora, el número de víctimas, que no cesa de aumentar, ronda ya las 3.800 y los daños materiales son incalculables. Nos sumamos a todas las muestras de condolencias y apoyo que se están recibiendo en uno de los países menos desarrollados del mundo, con aproximadamente la mitad de su población viviendo por debajo del umbral de la pobreza.
Manos Unidas quiere mostrar su solidaridad con el pueblo nepalí, tras el terremoto de gran intensidad que el fin de semana pasado devastó parte del país asiático. Por ahora, el número de víctimas, que no cesa de aumentar, ronda ya las 3.800 y los daños materiales son incalculables. Desde aquí nos sumamos a todas las muestras de condolencias y apoyo que se están recibiendo en un país, que se encuentra entre los menos desarrollados del mundo, con aproximadamente la mitad de su población viviendo por debajo del umbral de la pobreza.
Sirvan estas líneas para expresar nuestros apoyo a quienes están sufriendo las consecuencias de un seísmo que ha hecho temblar los cimientos de una nación duramente castigada por guerras, conflictos e inestabilidad.