El Festival de Cine de Málaga vivió el viernes uno de sus momentos más solidarios, cuando la actriz colombiana Juana Acosta hizo entrega a Manos Unidas de 6.000 euros, correspondientes a la dotación del premio “Belleza Comprometida” que le concedió L’Oréal Professionnel, “por su “encomiable labor a favor de los niños afectados por VIH en los países más desfavorecidos del planeta”.
En el acto, que tuvo lugar en la terraza del hotel Málaga Palacio y con la ciudad de Málaga como testigo, la actriz oriunda de Cali recibió el premio que une a actrices que destaquen por su belleza y su compromiso, con el programa “Peluqueros contra el sida”.
Manos Unidas, como ONG elegida por Juana Acosta como destinataria del premio, estuvo representada por diversos miembros de la delegación y, entre ellas, Lorena Arranz, la presidenta- delegada, que se mostró muy agradecida tanto a Juana como a L’Oreal y que quiso ser la voz de Mariana, una joven mamá beneficiada por un programa de lucha contra el sida que apoya Manos Unidas en Angola.
“Quiero terminar mis palabras dejando que hable ella, Mariana, que vio como su mundo se teñía de negro cuando supo que estaba infectada por el virus del VIH. Pero a quien hoy, el acceso al tratamiento, y el saber que se puede vivir con sida, han devuelto el color a sus días. Mariana nos cuenta su calvario cuando se supo que tenía la “enfermedad maldita”. Escúchenla:
“En busca de apoyo, lo conté en casa y la familia me rechazó. Comenzaron a no venir a verme, tenían miedo… En un principio, mi esposo pareció entenderlo, pero, después, cada vez eran más las excusas para no visitarme, hasta que me dejó definitivamente. Estaba desesperada, sentía mucho miedo y mucha angustia. Incluso en algún momento pensé suicidarme….
Pero, gracias al apoyo del equipo del Hospital, conseguí superar la situación. Poco a poco fui aceptando mi realidad. Saber que contaba con un apoyo a todos los niveles, que recibiría la medicación necesaria para que mi bebé no se infectara por la enfermedad… todo esto me fue tranquilizando.
Gracias a Dios y a ustedes, cuando mi pequeño Faustino nació, pudo tomar leche maternizada, y medicación para prevenir la infección del sida. Y, después, le dieron otro jarabe para evitar infecciones… A mí también me apoyaron con medicación, y leche… Poco a poco fui recuperando la salud y con ella recobré la esperanza y las ganas de vivir y de seguir luchando por mis hijos.
Actualmente, hago mi vida normal. Me encuentro bien, feliz de vivir y de disfrutar de mis hijos”.
“Peluqueros contra el sida” es un proyecto que L’Oréal lleva a cabo alrededor del mundo desde hace 11 años y que nace en Sudáfrica cuando un grupo de peluqueros se dan cuenta de que tienen un gran poder para la difusión de mensajes, al entrar en contacto diariamente con gente, ya que la mejor manera de erradicar la enfermedad es tener información.