Manos Unidas habla del conflicto del Tigray en el programa Cinco Continentes de RNE.
La región etíope del Tigray intenta salir adelante después de la pandemia y de dos largos años de guerra que ha provocado decenas de miles de muertos. El conflicto ha devastado el tejido social de esta región duramente castigada por la pobreza y el abandono, así como el desplazamiento interno de casi dos millones de personas.
Recientemente, un equipo de Manos Unidas ha visitado la zona y ha sido testigo de la lucha por la supervivencia del pueblo tigrino, que, además de sufrir las consecuencias del impacto negativo de la guerra, «debe enfrentarse a una sequía como no se había visto en la región desde hace más de 20 años». Así lo ha contado Marta Carreño, técnico del Departamento de Comunicación de Manos Unidas para el programa Cinco Continentes de RNE.
«En el Tigray no hay una sola familia que no haya sido víctima del conflicto», asegura Carreño.
Además de la guerra, el bloqueo, el coronavirus y, ahora, el hambre son las principales causas del abandono escolar. El trabajo de Manos unidas en la zona se ha centrado, sobre todo, en garantizar la educación y el acceso a los servicios sanitarios, ya que la infraestructura escolar y sanitaria ha sido la más dañada durante el conflicto.