La alfabetización es un paso clave para garantizar los derechos humanos.
Con motivo del Día Internacional de la Alfabetización, que se celebra el 8 de septiembre, se reconoce la enorme importancia de esta para garantizar el derecho humano a la educación, y un requisito previo para el acceso al resto de derechos humanos.
Según los últimos datos facilitados por la UNESCO, en 2022, al menos uno de cada siete adultos mayores de 15 años —763 millones de personas—, carecía de habilidades básicas de alfabetización.
Para Manos Unidas, garantizar el acceso a la alfabetización de jóvenes y adultos es una tarea preferencial para cambiar la vida de millones de personas. Como dice María José Hernando, del Departamento de Estudios de Manos Unidas, estas personas, como consecuencia, «se ven excluidas de participar activamente en un mundo cada vez más alfabetizado y digitalizado, lo que puede derivar en marginación y discriminación».
Desde su nacimiento en 1959, Manos Unidas ha tenido claro que el derecho a la educación, y su «necesario precedente», la alfabetización, son indispensables si se quiere construir un mundo donde todas las personas, sin exclusión, puedan llevar a cabo sus proyectos y aspiraciones personales, donde puedan desarrollarse y tomar parte en sus sociedades en condiciones de igualdad.
En 2023, la ONG de la Iglesia católica destinó casi 9 millones de euros a 151 proyectos educativos dirigidos a formar a población infantil y adulta. Son proyectos que van desde la alfabetización hasta la formación profesional y la formación de profesorado, pieza clave en la construcción de una sociedad civil crítica y fuerte.