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Noticias Manos Unidas - Vieja del Papa a Camerún y angola
NOTICIAS 23 de marzo 2009
Benedicto XVI quiere un futuro de progreso y de paz para África.
Hizo una firme defensa de la vida y de la mujer africana
El Papa Benedicto XVI ha resaltado, durante su viaje a tierra africanas, el fuerte compromiso que la Iglesia católica desempeña en África en la lucha contra el sida, la malaria y la tuberculosis, y ha hecho una firme de la vida.
En Camerún, uno de los dos países visitados, con una población de 18 millones de habitantes y donde siete de cada diez personas están infectada por el virus del sida, el Papa ofició una misa al aire libre ante 60.000 fieles, manifestó su cercanía con todos los que sufren, y dedicó parte de su homilía a la difícil situación de la familia y al peligro en que se encuentran los valores tradicionales, debido a los desplazamientos de refugiados y al conflicto generacional.
La explotación de África por compañías multinacionales, y las políticas dañinas de las instituciones financieras internacionales, fueron duramente criticadas por Benedicto XVI, que pidió una profundización en el diálogo interreligioso: “que la cooperación entusiasta entre musulmanes, católicos y otros cristianos en Camerún se convierta en un faro para otras naciones africanas”, afirmó.
Uno de los momentos más conmovedores del viaje en Camerún tuvo lugar durante su visita al Hospital Léger, donde se encontró con decenas de enfermos a los que dio su consuelo, y donde urgió a la Iglesia a seguir cuidando con empeño a los enfermos más pobres.
Estancia en Angola
La undécima visita apostólica internacional del Papa concluyó en Angola, país en donde dos tercios de su población viven con menos de dos dólares al día, y cuya guerra civil dejó más de medio millón de muertos y millones de desplazados tras tres décadas de conflicto.
Allí, y en un encuentro con los más jóvenes, algunos de ellos con graves secuelas como consecuencia de la guerra y de las minas antipersona, Benedicto XVI explicó que piensa en las lágrimas que muchos de ellos han derramado por la pérdida de sus familiares, y cómo no es difícil imaginar las sombrías nubes que aún cubren el cielo de sus mejores sueños. Y les instó a obtener la respuesta a su sufrimiento buscando en ellos mismos, sin miedo a comprometerse por la vida para alcanzar la libertad.
El domingo, centenares de miles de angoleños asistieron a una misa presidida por el Papa en una explanada de la capital, Luanda, en el evento más multitudinario de este viaje. El Santo Padre dedicó su homilía a la “reconciliación nacional de Angola” y a las consecuencias de la guerra: “Cuando la Palabra del Señor es desatendida, cuando la Ley de Dios es ridiculizada, el resultado sólo puede ser destrucción e injusticia. El Evangelio nos enseña que la reconciliación, una verdadera reconciliación, puede ser sólo fruto de la conversión, de un cambio en el corazón y de un nuevo modo de pensar”.
"Que los hombres y las mujeres de todas las partes del mundo, que se unen a nuestra oración, dirijan sus ojos a África, a este gran continente, tan lleno de esperanza, pero que todavía sigue tan sediento de justicia, de paz, y de un desarrollo sano e integral, que pueda asegurar a su pueblo un futuro de progreso y de paz", exhortó el Papa en su última homilía en África, y llamó la atención de la comunidad internacional ante uno de los conflictos más sangrientos que tienen lugar en el planeta en estos momentos, en la región africana de los Grandes Lagos.
Homenaje a la mujer
Benedicto XVI dedicó su último acto público, antes de regresar a Roma, a rendir homenaje a la mujer africana, en respuesta "a los afanes y esperanzas de tantas silenciosas heroínas", y tuvo un encuentro con los movimientos católicos para la promoción de la mujer en la parroquia de San Antonio de Luanda.
El acto terminó con una oración de los presentes por la mujer africana, en la que encomendó a Dios, en portugués, a "todas las mujeres maltratadas, violadas, oprimidas por tantos problemas sociales para que sean valientes y denuncien los abusos para que tengamos una sociedad más justa".
Benedicto XVI inició su viaje a Camerún y Angola con la intención de “abrazar todo el continente africano”, y antes de abandonar el continente, reiteró que había venido a África “para predicar un mensaje de perdón y de esperanza”, mensaje que se retomará de nuevo en Roma, el próximo mes de octubre, durante el Sínodo de Obispos de África.
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