El viaje finaliza con el paso a pie de la frontera ente Nador y Melilla, impactante por la cantidad de gente y coches que se amontonan para poder pasar y la visión de “las mujeres porteadoras”, 100 kilos a la espalda cada día, de Melilla a Nador.
Nuestros compañeros de Manos Unidas en Melilla nos ayudan en este complicado paso, nos enseñan su hermosa ciudad, y hasta nos acompañan al aeropuerto. Gracias de todo corazón.
Sólo la valla que hace imposible el paso de los inmigrantes, enturbia la visión desde el aire de ese hermoso lugar.
En Tetuan no podía empezar mejor el día de la Virgen del Pilar. Nuestra querida María Pilar (Delegada de Teruel) celebraba santo y cumpleaños y compartimos con ella la alegría de una fiesta tan señalada.
A continuación carretera, destino a la Asociación Izemmouren, una asociación local que trabaja en el desarrollo socio-económico de la población de la Comunidad de Izemmouren, donde visitamos el proyecto del “Dispensario Rural”.
Cuando llegamos nos estaba esperando la directiva de la Asociación frente al edificio de una planta, impecablemente blanco, en cuya fachada, además, hay un cartel azul donde figura Manos Unidas.
Escribir unas líneas sobre el dispensario es tarea fácil. Una vez traspasada la puerta, se observa la misma pulcritud en las salas de espera donde varias mujeres, algunas con sus niños, aguardan a ser atendidas. En la consulta de Ecografía, además de mostrarnos el ecógrafo financiado por Manos Unidas, la enfermera y la doctora nos explicaron con detalle los seguimientos que hacen a las embarazadas, quienes por la buena atención recibida, no dejaban de acudir a consulta y a los controles que les programaban. Además, supimos que desde que se realizan las ecografías periódicas no se habían producido casos graves, por cuanto tenían la facilidad de diagnóstico. Además, esto permite, en supuestos más difíciles, trasladar a la paciente al hospital de Alhucemas distante 12 km.
Si el día había empezado bien, tras visitar el dispensario, salimos felices. A continuación nos reunimos con miembros de la directiva de la Asociación (¡echaremos de menos esas charlas con dulces y té!) que nos explicaron el resto de proyectos que llevan: actúan en el Parque Nacional de Alhucemas de cara a intervenciones en de turismo sostenible y ecológico.
Después, el responsable de la Asociación Izemmouren nos invitó a comer en su casa en Alhucemas un delicioso cuscús.
Visitar los proyectos de Manos Unidas, una semana y un montón de km. con Cristina, Dolors, María José, María Pilar y Miki ha sido un lujo. Gracias a Manos Unidas y a todas vosotras, porque hemos sido esa pequeña orquesta que bajo la magnífica dirección de Cristina estamos seguros de que no ha desafinado en ningún momento.
Acompañados de Laila y Yosef, el paisaje es muy diferente del de Tánger, caminos rurales con vegetación parecida a la mediterránea. Las mujeres en el campo haciendo tareas y por el camino encontramos a las mujeres campesinas co el traje típico que van a vender sus productos. La llegada a la escuela ha sido el “súmmum del súmmum”, un recibimiento tan fantástico con las niñas, tan emocionante y alegre, que no encuentro la palabra para expresarlo.
La labor de las profesoras me ha parecido única a pesar de los pocos medios de los que disponen. ¡Y la escuela es fantástica!
Las madres implicadas han aprendido poco a poco el valor de saber leer y escribir.
El encuentro con ellas ha sido muy emocionante, todo el equipo nos hemos sentido muy conmovidos por el esfuerzo de todo este grupo de mujeres.
A la vez hemos pasado un rato muy simpático poniéndonos unos sombreros típicos de la zona. Seguidamente los niños, vestidos para la ocasión, han interpretado un pequeño teatrillo.
Día de emoción en emoción, ¡espectacular!, ¡impresionante! Pero, sobre todo, quiero resaltar el esfuerzo “colosal” que hacen las mujeres por la familia. Y como ejemplo, os cuento que visitamos el pozo, andando a través de un camino pedregoso, intransitable; otra sensación al ver el esfuerzo que día a día hacen las mujeres.
Además, disfrutamos con todas ellas de una comida típica con las familias berebere en el campo al aire libre. ¡Qué fantástica acogida!
Laila Ahammad y Yosef de la Asociación AMED, responsables del proyecto nos reciben en su casa, con una gran hospitalidad. Les recordaré siempre por su buen trabajo y por su empeño en llevar a estas personas a una situación mejor.
Salimos a las siete de la mañana hacia Tetuán. Vamos a visitar la Asociación Hanan, dedicada a la reinserción y formación de niños y jóvenes discapacitados de edades comprendidas desde los seis años hasta los dieciséis o dieciocho años. En la asociación hemos visitado los diversos talleres: de corte y confección, de pastelería, de forja y de pintura.
El que más me ha impactado ha sido el de bisutería fina, donde se forman jóvenes con una discapacidad visible de las extremidades superiores. Nos enseñan los profesores los adornos que han realizado: collares, brazaletes, broches etc. Asombra y emociona ver cómo estos chicos manejan el soplete y utensilios peligrosos con una gran maestría, gracias a la disciplina, los buenos métodos de enseñanza y el afán de superación.
En el taller de manualidades, con chicos que pintan y recortan, hemos podido asistir a la salida y ver a algunos familiares que los iban a recoger ¡Con qué cariño, con qué atención y delicadeza les dan la mano y les acompañan hasta la salida! El afecto de estoa familiares y su colaboración con las directrices del centro hacen posible la inserción de estos chavales. ¡Qué gran labor!
Manos Unidas apoyó en este centro la adquisición de una cocina industrial con cámara frigorífica y todos los utensilios necesarios para dar de comer a 750 niños.
Las instalaciones de Hanan, que sorprenden gratamente por su limpieza, tienen, además, el personal necesario para prestarla los niños y jóvenes la atención que precisan: médicos, logopedas, fisioterapeutas, psicólogos y psiquiatras, que trabajan con el objetivo de poner al alcance de estos niños todos los medios posibles para que puedan insertarse en la sociedad. Es una labor que no se puede valorar de manera individual: forman un gran equipo. ¡Son extraordinarios!.
La directiva nos ha acogido al grupo de Manos Unidas muy amablemente y nos han invitado a una comida de amistad estupenda. Han tenido la amabilidad de hacernos un regalo manual realizado por estos niños tan fantásticos.
El segundo día en Tánger ha sido una jornada intensa, apasionante y llena de emociones.
Empezamos con la visita a la guardería de las hermanas de Jesús María, la alegría de los niños de 3 a 5 años, su cuidado, y el ver cómo, por la mañana, eran recibidos por las hermanas y sus cuidadoras; la alimentación, el respeto y la educación en hábitos saludables que reciben, nos llenó de satisfacción y alegría.
Nos gustó mucho escucharles recitar el Corán en la mañana, en un centro regido por religiosas católicas. Y el testimonio impresionante de nuestras misioneras “son especiales”. En sus manos todo el apoyo y la ayuda recibidos se multiplican y dan el ciento por uno.
Con el día, va creciendo la intensidad. Vamos a visitar el Centro EFFETAH, para niños/as sordomudos, que está regentado por las hermanas Franciscanas, que intentan que esos niños tengan las mismas oportunidades que los demás: cuidan la autoestima y todas sus capacidades y les enseñan a comunicarse oralmente en árabe y español, además de la lengua de signos.
Para los mayores y pensando en su futuro han abierto un taller de repostería y venden algunas cosas por encargo. ¡¡¡Deliciosas!!!
Y como colofón del día, visitamos el proyecto Dar Tika,”La Casa de la Confianza”, para niñas de entre 7 a 13 años en riesgo de exclusión social. En esa casa se respira un ambiente de familia y se recibe educación en valores que ayuda a reestructurar su personalidad. De esta manera, con el estudio, el cambio de hábitos y mucho amor, estas niñas pueden ver cumplidos sus sueños de ser enfermeras, dentistas, profesoras y educadoras…
Todas nos ofrecen su cariño, sus mejores sonrisas y una estupenda merienda para poder hablar largo y tendido con todas ellas.
Las hermanas de Jesús María se han ganado el respeto de todos y su trabajo ha sido reconocido por el rey de Marruecos y por la comunidad Internacional, en Coloquio del Mediterraneo en el que se abordó todos esta problemática.
Terminamos el día muy felices, totalamente convencidas de que en Manos Unidas trabajamos por mejorar y transformar la realidad.
Un cariñoso abrazo de todos. María Pilar
Primer día, llegamos a Tánger. Un viaje estupendo y en buena armonía, todas ya amigas, incluido Mateo.
Entrañable acogida de las Hermanas Franciscanas y visita al primer proyecto de promoción de la mujer: una escuela de corte y confección para 39 niñas en la que se aprende algo más, respeto, puntualidad y responsabilidad en el trabajo, reconciliación ante los conflictos y conocimientos sobre derechos laborales para el futuro…
Patrones, máquinas industriales, pasamanería, todo se multiplica en las manos de Enaam, responsable del proyecto.
A continuación, encuentro con Monseñor Agrelo, que nos da una visión profunda y sincera de la diócesis; una iglesia en minoría pero viva, comprometida y respetada, todo gratuidad y siempre al servicio de los más necesitados: niños y niñas, mujeres emigrantes, discapacitados…
Primer aldabonazo a nuestra vivencia cristiana: empiezan las interpelaciones sobre cómo vivimos nuestro compromiso en Manos Unidas… ¡y acabamos de empezar, lo que nos queda!
Las Eclesianas nos ofrecen café y un pastel hecho por ellas, además de unas pastas realizadas por los chicos del proyecto de Effetah. Terminamos con la celebración de la Eucaristía; el evangelio del buen samaritano, parecía escogido a propósito para seguir reflexionando.
Al salir fallo de la batería del minibus, pero todo se resuelve empujando un poco.
Volvemos a las franciscanas a descansar, que mañana tenemos un día muy intenso. Buenas noches.