Angola es un país donde el derecho a la salud, tanto de mujeres como de hombres, se ve dificultado por numerosos factores. Ya sea por las repercusiones de la guerra civil, la elevada pobreza de la población, la falta de personal sanitario o por los grandes problemas de salud que sufre la población, resulta dificultoso acceder al sistema sanitario.
En Angola no se satisface el derecho a la salud, derecho fundamental de todo ser humano, que incluye el acceso oportuno, aceptable y asequible a servicios de atención de salud de calidad suficiente.
Datos estadísticos:
Población total: 20.821.000
Ingreso nacional bruto per cápita (en dólares internacionales): 5,230
Esperanza de vida al nacer h / m (años): 50/53
Probabilidad de morir antes de alcanzar los cinco años (por 1000 nacidos vivos): 164
Probabilidad de morir entre los 15 y los 60 años, h / m (por 1000 habitantes): 383/331
Gasto total en salud por habitante ($ int, 2011): 215
Gasto total en salud como porcentaje del PIB (2011): 3.5
Revitalizar la asistencia médica en Angola se ha convertido en una de las prioridades de un país donde más de la mitad de la población vive bajo el umbral de la pobreza y en el que las tasas de mortalidad materna e infantil están entre las más altas del mundo.
El sistema de salud nacional de Angola quedó gravemente dañado por las tres décadas de guerra civil que vivió el país y que terminó en 2002. Más de 30 años de guerra destruyeron el 70% de la red pública.
El reto principal a día de hoy en Angola es capacitar a un número suficiente de trabajadores sanitarios. La capacitación de los trabajadores sanitarios forma parte de una revitalización en masa del sistema de salud de Angola. Con este objetivo, más de 200 estudiantes fueron enviados a Cuba, país aliado, a estudiar medicina. Y para prestar asistencia médica a corto plazo, 800 doctores cubanos se desplazaron para trabajar en clínicas, tanto en áreas urbanas como en rurales. Además, se construyeron cinco universidades y 45 escuelas especializadas de capacitación para trabajadores sanitarios.
La tasa de transmisión del VIH de madres a hijos se reduce a menos del 5% con una intervención efectiva (OMS).
Soporte para prevenir el SIDA en Angola: En el Hospital de Balombo, en Angola, las Hijas de la Caridad trabajan, con el apoyo de Manos Unidas, para prevenir la transmisión del VIH de madres a hijos durante el embarazo y la lactancia. Además, las religiosas hacen campañas de sensibilización para prevenir el contagio de la enfermedad entre la población. Para ello aprovechan las consultas en el hospital y se trasladan a los poblados cercanos.
Testigo: "Me llamo MARIANA SENJE y soy madre de un niño precioso que se llama Faustino. Es un niño totalmente sano. Mi historia no tiene nada de especial, es como la de muchas otras mujeres de Angola. Tengo SIDA. Cuando supe que estaba infectada mi mundo se vino abajo. Mi familia me rechazó y me sentí muy sola. Gracias al apoyo de las hermanas superé la situación. Además, recibí la medicación necesaria para que mi bebé no se infectara por la enfermedad, y poco a poco me fui tranquilizando".