El año 2022 ha marcado el inicio a la vuelta a la «normalidad» tras los años 20 y 21 tan gravemente afectados por la pandemia. A finales del mes de febrero, se dio oficialmente por terminada la última ola de la variante ómicron en la India y se empezó a normalizar la vida en los países asiáticos; normalidad que, para fin de año, ya era total. Esto ha permitido que nuestros proyectos se hayan podido llevar a cabo con normalidad y que desde Manos Unidas hayamos podido, en la segunda mitad del año, retomar nuestros viajes a las zonas donde realizamos las intervenciones para identificar, supervisar y evaluar los proyectos, así como apoyar a nuestros socios y comunidades beneficiarias.
India, que tanto sufrió con el confinamiento de la primera ola de la COVID-19 y con las trágicas consecuencias sanitarias de la segunda ola, volvió a la normalidad en la segunda mitad de 2022. En los viajes que realizamos en el último trimestre del año, pudimos confirmar que las comunidades han vuelto, mayoritariamente, a sus rutinas previas a la pandemia. No obstante, las secuelas siguen estando muy presentes en los colectivos más vulnerables. Por ello, los proyectos que más apoyamos durante 2022 se centraron en reforzar académicamente, mediante clases extraescolares, a los estudiantes que estuvieron casi dos años sin poder ir a las escuelas, de forma que pudieran recuperar el tiempo perdido para poder reintegrarse en el sistema educativo formal; dar orientación, formación y apoyo en actividades generadoras de ingresos para mujeres y jóvenes; mejorar la seguridad alimentaria y promover una agricultura sostenible para conseguir mejores cosechas y frenar el deterioro de las tierras de cultivo; y fomentar la promoción comunitaria y el fortalecimiento socioeconómico de las comunidades más vulnerables.
Continuamos nuestro trabajo en el sudeste asiático, centrándonos en Bangladesh con proyectos de apoyo a la formación de jóvenes y el fortalecimiento de comunidades tribales; en Camboya para mejorar las vidas de personas con discapacidad, la salud materno infantil y mitigar los efectos del cambio climático; y en Filipinas para conseguir que niñas y niños vulnerables tengan acceso a espacios seguros y promover la cultura de paz entre las comunidades de Zamboanga.
En Oriente Medio, seguimos dando apoyo psicológico a población vulnerable en Líbano. Con la población palestina desarrollamos proyectos dirigidos a mejorar la salud de mujeres y niños, promover el acceso al agua en Cisjordania y reforzar las condiciones socioeconómicas de mujeres y jóvenes palestinos. En Siria, incrementamos nuestra presencia con proyectos de apoyo educativo y psicológico para niños y mujeres, formación para el empleo de jóvenes y mejora de la atención hospitalaria en Aleppo.
Meera Marak, mujer beneficiaria de un proyecto de agroecología promovido por Manos Unidas, asistió a las formaciones sobre técnicas agrícolas más eficientes, orgánicas y sostenibles que se ofrecieron en su aldea del estado indio de Odisha.
Gracias a estas, ha conseguido «mejorar la seguridad alimentaria de mi familia y vender el excedente de la cosecha, ahora orgánica, más fácilmente en el mercado semanal local».