La sensibilización de la sociedad española es, junto con la financiación de proyectos de desarrollo, la otra tarea imprescindible en nuestra misión.
Para aportar soluciones a las causas del hambre, damos a conocer las realidades injustas que afrontan las comunidades del Sur a las que apoyamos; promovemos la reflexión sobre los estilos de vida que, desde el Norte, dificultan la consecución de una vida digna para todas las personas y, por último, animamos a realizar cambios en nuestras vidas que ayuden a construir un mundo mejor.
A lo largo del año 2022, con el lema «Nuestra indiferencia los condena al olvido», desde el área de Educación para el Desarrollo nos hemos propuesto acercarnos a la «nueva» realidad de un mundo pospandemia.
Nuestro mundo se ha visto duramente golpeado por la pandemia de la COVID-19, con consecuencias muy graves y cambios muy importantes sobre la realidad en la que vivimos. Por eso, hemos dedicado el primer año de este nuevo periodo a encontrarnos con esa «nueva» realidad sobre la que queremos actuar y cambiar. Tener una nueva mirada que centre, con honestidad y justicia, las diferentes causas que impiden que millones de personas puedan vivir una vida digna. Solo desde el reconocimiento de esta realidad tendremos posibilidades de participar en su transformación.
Y nuestro compromiso, como Manos Unidas, es mirarla desde los últimos, los más empobrecidos, porque sabemos que ellos nos darán las claves para entender un mundo marcado por un aumento de la desigualdad, que está empeorando las condiciones de vida de las poblaciones —sobre todo del Sur— y, de manera muy especial, su derecho a la alimentación.
Nuestro objetivo, a lo largo del año 2022, ha sido transmitir a la sociedad española la necesidad de poner nuestra mirada en los más empobrecidos, los últimos, los que se están quedando atrás. Personas que, cada día, se vuelven más invisibles a causa de nuestra indiferencia.
No es posible construir un mundo diferente con gente indiferente.