Manos Unidas ha entendido la necesidad de abordar la lucha contra el hambre, la pobreza y las causas que las producen desde una visión integral, global y fundamentada en el Evangelio y la DSI (Doctrina Social de la Iglesia).
De esta manera e interpretando los “signos de los tiempos”, Manos Unidas ha ido llevando a cabo su trabajo en la lucha contra el hambre y sus proyectos de desarrollo, actualizando sus criterios de juicio y acción, conforme a los desafíos surgidos en cada momento de la historia.
Así, impulsamos proyectos de cooperación al desarrollo que promueven una producción y consumo de alimentos más sostenible y que permiten, a su vez, mejorar la calidad de vida de los pequeños agricultores.
Proponemos medios eficaces contra la pérdida y el desperdicio de alimentos.
Acompañamos cientos de proyectos, financiándolos y apoyando tanto a las personas que los lideran como a las comunidades que participan en ellos. Proyectos de agroecología a fin de que la obtención de alimentos se produzca con unas prácticas respetuosas con el medioambiente, donde se garanticen los derechos de trabajadores y trabajadoras, se cuide la tierra y el agua y se empodere a las mujeres.
En España, realizamos actividades de educación para el desarrollo, que promueven la conciencia y la participación responsable de la sociedad en las iniciativas que permiten construir justicia y solidaridad.