Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Ya antes del terremoto, la mitad de la población de Haití no tenía acceso a la ración mínima alimenticia establecida por la FAO y el 98% del país se encuentra deforestado. Así es la situación en esta zona, costera y muy afectada por los ciclones, donde el proyecto quiere conservar el suelo y reforestar, al mismo tiempo que proteger ciertas zonas cultivables que representan la única fuente de ingresos para los pequeños campesinos. El 80% de la población de este lugar vive con menos de 1$ diario. La mortalidad infantil y la malnutrición son muy frecuentes y muchos padres envían a sus hijos como servicio doméstico ante la falta de medios para sacarlos adelante.
Los beneficiarios aportan jornadas de trabajo sin cobrar. El aporte principal de Manos Unidas será suministrar salarios para 570 personas que realicen este trabajo, así como herramientas y material vegetativo a utilizar.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.