(2020) Fortalecimiento del liderazgo comunitario de jóvenes indígenas

RESUMEN DEL PROYECTO
El proyecto se llevará a cabo en 11 comunidades del Municipio de Esquipulas Palo Gordo, en el Dpto. de San Marcos, al Occidente de Guatemala, Centroamérica. Desde la Pastoral Social de la Diócesis de San Marcos se ha creado una comisión específica para acompañar mediante procesos de formación y empoderamiento a los jovenes del municipio organizados en 11 Consejos de Adolescentes y Jóvenes (CAJ). En las 11 comunidades que lo integran, los principales problemas que afrontan los adolescentes y jóvenes son: desarraigo de la vida familiar y comunitaria; migración, desempleo, condiciones de pobreza y extrema pobreza; tendencia a la asimilación de la cultura de autoritarismo, corrupción e impunidad que se refleja a nivel local, municipal, departamental y nacional; invisibilización de su aporte en el ámbito comunitario y municipal; carencia de espacios de análisis y propuesta para la construcción de nuevos escenarios que permitan valorar su trabajo.
La juventud y adolescencia es muy vulnerable por el crimen organizado. Sufren las secuelas de una sociedad adulta sometida a violencia, abuso y maltrato. Un marco de relaciones sociales marcadas por la desigualdad, discriminación étnica y de género y la falta de espacios de participación social para jóvenes. El 60% de adolescentes y jóvenes de estas comunidades expresan que existe violencia intrafamiliar y abusos sexuales en las región del altiplano y las comunidades de la parroquia; así como una paulatina pérdida de la identidad maya.
En este contexto, desde la Parroquia de Esquipulas Palo Gordo, socio local, en coordinación con la diócesis de San Marcos, se ha querido dar respuesta a las demandas de los jóvenes, y se solicita la colaboración de Manos Unidas para implementar un proyecto de un año de duración que contribuya a fortalecer y empoderar a los 11 consejos de adolescentes y jóvenes (CAJ) de 11 comunidades. La propuesta tiene como meta dos resultados: el primero, que los adolescentes y jóvenes delegados de los Consejos Regionales de Adolescentes y Jóvenes, protagonicen y eleven su compromiso en defensa de los derechos humanos en sus comunidades y regiones y lleven a cabo las réplicas formativas a más de 200 jóvenes; y el segundo resultado trata de formar dos equipos regionales de autoayuda en salud mental, para que atiendan a los adolescentes y jóvenes, mejorando su calidad de vida y convivencia. Para ambos resultados se realizarán acciones estratégicas que van desde acciones municipales colectivas, talleres de formación (sobre Cuidado de la Madre Tierra - Medio ambiente, Ser Joven es un Derecho, Migración, Trabajo, Sindicalismo, Violencia Intrafamiliar y formas de expresión libre. Liderazgo democrático, habilidades directivas, manejo de conflictos, participación, incidencia social y elaboración de propuestas para instancias públicas), encuentros regionales de jóvenes, atención psicosocial y jurídica, jornadas de salud mental, nutricional y equipamiento de centros de atención de salud mental y medicina alternativa. Se trata de fortalecer a equipos de trabajo regionales, con capacidades instaladas básicas para responder a las demandas de los adolescentes y jóvenes, a población especifica de la organización y fuera de ella, para ir construyendo tejido social y formas de actuar en armonía tanto en lo personal, familiar y comunal sin perder de vista las raíces indígenas y sus saberes. Todo ello con el fin de generar cambios y nuevos modelos sociales, utilizando métodos de trabajo que apuesten por los valores comunitarios y que den respuesta a los nuevos contextos sociales. El proyecto beneficiará directamente a 316 personas. Manos Unidas aportará fondos para personal, equipos, materiales formativos, encuentros de formación y eventos de intercambio (84%). El socio local aportará fondos para personal (16%).
 

Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.

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