Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
El proyecto está situado en Koupela, en el suroeste de Burkina Faso.
La población de esta zona se dedica fundamentalmente a la agricultura, la pequeña ganadería y el comercio. Estas actividades reportan escasos beneficios por lo que las familias viven en condiciones muy precarias.
La mujer juega un papel muy importante en la sociedad a todos los niveles, pero su situación es de clara discriminación respecto al hombre. Dentro de las familias se prioriza la educación de los hijos varones obligando, en muchos casos, a las chicas a abandonar los estudios para dedicarse a labores domésticas, al cuidado de los hermanos menores e incluso para trabajar en el campo. Están sometidas al varón en todos los aspectos de su vida, especialmente entre la etnia mossi, predominante en esta zona. Primero dependen de su padre y, una vez casadas, generalmente de forma concertada, pasan a depender de la familia del marido a la que deben obediencia absoluta. Incluso pervive la costumbre de los matrimonios forzados.
Las tasas de paro juvenil son altísimas, especialmente entre las mujeres. La falta de formación de las jóvenes les impide la realización de actividades generadoras de ingresos que les permitan acceder al mercado laboral y obtener ingresos que les den una cierta independencia económica, además de contribuir al mantenimiento de sus familias de las que son responsables.
La Diócesis de Koupela, muy implicada desde sus inicios en la defensa de los derechos de las mujeres a través de la formación y de su inserción laboral, inauguró en 1962 un pequeño centro de formación profesional femenino en corte y confección por el que han pasado cientos de mujeres en situación de vulnerabilidad. Está situado en el centro de la ciudad, en un pequeño terreno, con instalaciones muy básicas. A pesar de ello actualmente cuenta con 115 alumnas a las que forman por turnos en las tres pequeñas aulas. Las alumnas, junto con la hermana responsable del centro y el secretario ejecutivo de la OCADES, han visto la necesidad de ampliar urgentemente el número de aulas, actualmente masificadas, y diversificar la formación, adaptándose a las nuevas necesidades y aumentando las oportunidades de inserción en el mercado laboral. A la formación de corte y confección han añadido en los últimos años cursos de alfabetización, de cultura general, de francés y de puericultura, y, ahora, quieren ofrecer estudios en peluquería.
La OCADES Koupela solicita la colaboración de Manos Unidas para ampliar este centro de formación profesional, construyendo y equipando tres nuevas aulas. Cuentan con el apoyo de la parroquia y de la diócesis, que se hacen cargo del pago de las cuotas de las chicas que están en situación de exclusión social o marginalidad. Hay un aporte local del 4% del presupuesto para apoyo a la construcción y seguimiento del proyecto y Manos Unidas aporta el 96% restante.
Las beneficiarias del proyecto serán las 122 chicas que anualmente reciben formación en el centro.
El proyecto se alinea con el ODS nº 4, Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje para todos, incidiendo en la igualdad de derechos de las mujeres y niñas en materia de educación y el derecho al trabajo, incluso formación técnica y profesional. También se inscribe dentro del ODS nº 5, de lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.