Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
El subcondado de Butunduzi está en una zona rural de Uganda, África, con el 98% de la gente dependiendo de la agricultura; tiene 2.688 hogares con casi 26.880 personas, aproximadamente el 48% hombres y 52% mujeres. El trabajo está muy desigualmente repartido ya que en el 70% de las familias todo el trabajo (en la casa y fuera de ella) lo realizan las mujeres sin apenas ayuda de los hombres, aunque son ellos los propietarios de la casa y terreno en un 90% de los casos. El trabajo infantil es común, especialmente durante los periodos de cosecha y los días de mercado, y afecta al 40% de los niños, lo cual influye en su rendimiento escolar y compromete las futuras generaciones que necesitan agricultores bien formados. Únicamente el 20% de los niños que empiezan primaria la terminan.
Los colegios públicos y los centros de salud son en principio gratuitos, pero los usuarios tienen que comprar todo el material escolar y pagar por los productos usados en las clínicas.
La malaria es la principal enfermedad mortal y, aunque el Gobierno distribuye redes antimosquitos, muchas personas no las usan correctamente por ignorancia. Aunque el Gobierno ha construido pozos, algunos están rotos y hay algunas personas que tienen que caminar entre media hora y una hora para conseguir agua. El 98% de las familias usan leña y carbón para cocinar, por lo que muchos árboles se continúan cortando para ello sin que la gente esté concienciada para plantar más. Los campesinos practican agricultura de subsistencia en cosechas de plátanos y maíz en un 90% y el 10% restante son judías, yuca, batatas, cacahuetes y patatas. El 90% de los campesinos tienen entre 0,2 y 1,2 hectáreas de terreno y el remanente anual de sus cosechas les da tan solo unos 100 euros. La productividad de la tierra es tan baja porque llevan mucho tiempo usándola para producir alimentos, por lo que la fertilidad del suelo ha disminuido, ya que no han hecho nada para restituirla.
La baja renta se debe a los malos métodos agrícolas, la degradación ambiental por el uso de madera y carbón como combustibles lo que produce deforestación que no restituyen, además de la destrucción de bosques para crear nuevo terreno agrícola, la ausencia de cultura de ahorro y los escasos conocimientos de higiene.
En este contexto, trabaja nuestro Socio Local, Cáritas de la Diócesis de Fort Portal, que solicita la colaboración de Manos Unidas para llevar a cabo este proyecto, que tendrá una duración de 24 meses y pretende contribuir a lograr la sostenibilidad alimentaria y la generación de excedentes de producción para su comercialización, y así mejorar las economías domésticas a través de la formación en técnicas agropecuarias, dinámicas de grupo y manejo de créditos, promoción de los derechos humanos y salud e higiene. Además de la formación, se distribuirán herramientas agrícolas, así como cabras y cerdos.
Los beneficiaros y el socio local aportarán la tierra e invertirán su esfuerzo en el acondicionamiento de ella y la construcción de estructuras para retener el agua de lluvias e impedir la degradación por arrastre del terreno, lo que se valora en un 25% de la inversión total en el proyecto y Manos Unidas aporta el restante 75%.
Este proyecto tendrá como beneficiarios directos a 180 personas que serán formadas y, que a su vez producirán una mejora en las vidas de sus familias, un total de 1800 personas. El proyecto contribuye al ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible) nº 1 "Fin de la Pobreza", nº 2 "Hambre Cero" y nº 6 "Agua Limpia y Saneamiento".
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.