Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
La Caatinga es un bioma exclusivo de la región del Semiárido brasileño, con vegetación que gran parte del año parece muerta, con muchos espinos y muy pocas hojas; sin embargo, con muy poca lluvia se transforma rápidamente en un gran verdor que dura mientras la poca humedad se mantiene. En esta difícil zona, está ubicada la comunidad Negros do Osso, que se caracteriza por la pobreza extrema, niveles de educación muy por debajo del promedio, servicios de salud totalmente precarios y una economía totalmente fragilizada, todo esto producto de un histórico abandono de las políticas públicas. Es una comunidad donde sus habitantes son principalmente de ascendente africano, a las cuales en Brasil se los denomina comunidades quilombolas.
Habitan en esta comunidad 101 familias que viven en condiciones de marginación, con pocos servicios sociales, el Centro de Salud brinda atención sólo una vez al mes y está ubicado a 20 km del centro comunitario. En educación han logrado tener una infraestructura escolar moderna, pero que todavía no brinda una educación pertinente. No tienen vivienda digna, tampoco alumbrado público, ni hablar del acceso al agua corriente ni alcantarillado. Por tanto, abundan las enfermedades relacionadas con la mala calidad del agua y la poca higiene. Actualmente el abastecimiento de agua a la comunidad, se hace a través de un camión cisterna del Ejército Brasileño, sin perspectivas de que el derecho al agua sea garantizado por iniciativa de los gobiernos locales.
Desde 2016, la Cáritas Diocesana de Pesqueira, de acuerdo a sus posibilidades ha estado apoyando a esta comunidad con acciones solidarias, iniciativas de asistencia social y capacitación, así como en los años de pandemia, junto a otras organizaciones, ha brindado ayuda de emergencia con la distribución de canastas básicas de alimentos, con el fin de mitigar los efectos de esta actual situación de hambre e inseguridad alimentaria. Aunque los problemas de la comunidad son diversos y complejos, como el acceso a la tierra, la economía, los servicios sociales y otros, Caritas considera que lo más importante es asegurar el derecho al agua. Por ello, se plantea el presente proyecto, que en el plazo de 12 meses apoyará a 136 personas para que tengan acceso a agua para consumo humano, mediante la implementación de 34 cisternas que recolectan agua de la cubierta de las casas, mediante una tecnología social ya probada y muy difundida en Brasil.
Además de las cisternas, se trabajará en la capacitación para la comunidad en dos ámbitos, por un lado, para que se generen capacidades locales en la construcción de dichas cisternas, y por otro en la gestión integral de los recursos hídricos, desde el enfoque de derechos, para que la comunidad pueda hacer incidencia política en esta temática. Para que esta iniciativa se haga realidad, solicitan el apoyo de Manos Unidas para cubrir los costes de construcción de las cisternas, materiales, mano de obra especializada, personal técnico, capacitación y funcionamiento (87%); por su parte, el socio local y la comunidad aportarán parte de la construcción, personal técnico y funcionamiento (13%).
Con este proyecto se contribuye al ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) nº 6"Agua limpia y saneamiento".
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.