Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
El proyecto plantea su intervención en la región de las Sabanas, en el norte de Togo, la zona más pobre del país. La sociedad se organiza en torno a un sistema de jefes locales designados por tradiciones ancestrales.
Hay un 90% de analfabetismo entre la población adulta y casi un tercio de la población masculina es polígama. Se dedican mayoritariamente al cultivo de maíz, sorgo,mijo y cacahuetes, con bajos rendimientos que varían en función de la climatología.
Esta situación supone una vulneración sistemática del derecho a la alimentación y al agua:
La asociación JARC (Jeunesse Agricole Rurale Chrétiene) solicita colaboración a Manos Unidas para mejorar la seguridad alimentaria, las condiciones sanitarias en la región de las Sabanas y las capacidades de producción agrícola, diversificando las fuentes de ingresos a través del desarrollo de nuevas actividades económicas, aumentando el acceso al agua y al saneamiento, y promoviendo mejores prácticas nutricionales. Esta estrategia de actuación prioriza a la población rural con especial énfasis en la población femenina, por su condición de alta vulnerabilidad.
El socio local aporta el 13% del presupuesto y solicita a Manos Unidas el 87%. Los beneficiarios realizan un aporte económico al proyecto. Este proyecto tendrá 1677 beneficiarios directos, la mayoría mujeres, e indirectamente beneficiará a toda la comunidad.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.