Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
La región del Gorgol, situada en el sur de la República Islámica de Mauritania, se encuentra en el triángulo de pobreza del país.
Las familias viven amenazadas por la inseguridad alimentaria y sufren una situación de desigualdad estructural. Los hombres optan por emigrar a las ciudades o abandonar el país y las mujeres, pese a que aseguran el cuidado de los hijos, son víctimas de todo tipo de violencia de género: matrimonio precoz, mutilación genital femenina, violencia física, económica y psicológica.
La ONG Actions inicia en 1998 el apoyo a la población más desfavorecida, concentrando sus esfuerzos en la nutrición y seguridad alimentaria, la protección de los niños, los derechos de las mujeres, el desarrollo comunitario, la mejora de la gobernanza local y el refuerzo de la sociedad civil.
En 2019 la ONG Actions y Manos Unidas comienzan la colaboración en la región del Gorgol fortaleciendo 5 cooperativas agropecuarias gestionadas por mujeres y en 2021 emprenden un nuevo proyecto que busca hacer efectiva la estrategia nacional de acceso a la justicia, promoviendo la asistencia jurídica, el acompañamiento y orientación a los grupos sociales más excluidos para que el Estado les restituya los derechos que les pertenecen.
En Mauritania, la esclavitud fue abolida en 1981, tipificada como infracción penal en 2007 y designada como crimen contra la humanidad en la reforma constitucional de 2012.
Sin embargo, los antiguos esclavos o sus descendientes todavía padecen las secuelas de la esclavitud: pobreza, exclusión y auto exclusión, y dificultad para acceder a la tierra, recursos naturales y servicios sociales.
La ONG Actions y Manos Unidas están contribuyendo a:
Ambas ONG han puesto el foco de atención en los niños y las mujeres. En los primeros, porque el desconocimiento de los padres de los trámites legales para obtener el certificado de matrimonio y el certificado de nacimiento de los hijos obstaculiza que accedan a su derecho de educación; y en las mujeres porque son víctimas de violencia de género, explotación y discriminación.
Este primer proyecto de acceso a la justicia, destinado a más de 18.000 personas, ha abierto el camino a Manos Unidas para trabajar en la restitución de los derechos de los grupos étnicos más excluidos y lograr que todos los habitantes del país sean considerados ciudadanos de pleno derecho.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.