Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
El proyecto se localiza en 32 comunidades rurales de los Cantones de Puyango, Celica y Pindal, de la Provincia ecuatoriana de Loja, sur del país. En la zona incide regularmente el "fenómeno de El Niño", que se asocia con las sequías o lluvias torrenciales. La práctica del monocultivo, conlleva un alto grado de erosión hídrica, eólica y antrópica, con pérdidas del suelo de hasta 80 toneladas por ha/año. A la erosión de los suelos ha contribuido la deforestación indiscriminada, todo esto ha dado lugar a zonas desérticas o en proceso de desertificación.
Tradicionalmente la población practicaba una agricultura de subsistencia que exigía una producción diversificada, pero el escaso acceso al riego presurizado y la erosión de los suelos, las sequías y la llegada de empresas agro-industriales con su promoción de paquetes de semillas híbridas e insumos químicos, han dado lugar a la baja rentabilidad de las actividades agrícolas y a la falta de diversificación de cultivos. Esta situación ha obligado a las familias a buscar otros ingresos para subsistir, por lo que las comunidades tienen un alto índice migratorio, hacia ciudades del país y al extranjero.
Todas las comunidades beneficiarias del proyecto se encuentran por debajo de los índices de la pobreza, es decir, cuentan con menos de 2,5 dólares por persona y día. Y, un 40% de su población está incluso por debajo de los índices de pobreza extrema (menos de 1,40 dólares por persona/día).
Las necesidades básicas insatisfechas (NBI) promedio de la zona es de 84,9% que es la media de los tres Cantones, una de las más altas de la región.
Además, las mujeres sufren un mayor impacto en índice de pobreza y niveles de analfabetismo. A pesar de que los derechos de las mujeres están recogidos por ley, en la práctica no existe una igualdad real entre hombres y mujeres.
En este contexto, el proyecto, dirigido por el Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEPP-Regional de Loja), de amplia experiencia y compromiso social en la zona, se propone incidir en la mejora de las condiciones de vida de las familias de este numeroso grupo de 32 Comunidades rurales.
Dichas comunidades están integradas en 15 organizaciones campesinas y también en cinco Juntas de Agua y tres Juntas de Riego, ya que en el sector rural, la carencia de agua potable segura y para riego es el problema principal. De hecho, de ello se deriva la pobreza que se generaliza y se agudiza cada vez más.
Gracias a este proyecto se impulsará en las 32 comunidades, diferentes procesos y mecanismos de gestión del agua para consumo humano y para riego, que favorezcan la seguridad y soberanía alimentaria, mediante la implementación de dos sistemas de riego comunitario, 100 sistemas de riego parcelarios y tres de agua para consumo humano, coordinado en conjunto por dos Comités de Gestión y Protección de la vertiente.
Así mismo, se promoverá un modelo productivo, ya muy experimentado, denominado Sistema Integral de Producción Agropecuaria Sostenible (SIPAS), para 100 huertos hortícolas y producción pecuaria de animales menores y la comercialización solidaria de las familias participantes.
Paralelamente a las actividades de carácter productivo, se han programado otras destinadas a dar capacitación para los diversos emprendimientos mencionados.
Se beneficiarán de forma directa un total de 1.063 personas.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.