Apoyamos el reconocimiento de tierras y la defensa de derechos de pueblos indígenas en Brasil

Proyecto Manos Unidas Brasil

El proyecto beneficiará directamente a 2.524 personas de 32 tribus indígenas en el estado brasileño de Barcelos, ubicado en el Amazonas. 

El mayor problema enfrentado por los pueblos indígenas en esta región es el reconocimiento de las tierras tradicionales. La seguridad de las propias comunidades y su soberanía alimentaria dependen de este reconocimiento, sus tierras tradicionales son el espacio natural para su reproducción física y cultural.  

Con este proyecto, durante dos años se fortalecerá a 32 comunidades indígenas de Barcelos en su lucha por el reconocimiento de sus tierras tradicionales y el respeto a sus derechos. los beneficiarios del proyecto pertenecen a 669 familias que viven en pequeñas comunidades en los márgenes del Rio Negro y de sus afluentes.

La iniciativa del proyecto surge a raíz de las visitas a estas comunidades del equipo del Consejo Indigenista Misionero (CIMI), el órgano de la Conferencia Episcopal de Brasil para la defensa de los indígenas. En estos encuentros se realizó un diagnóstico social y se formularon propuestas que finalmente se concretaron en el proyecto.

Las actividades impulsadas consisten en servicios de asesoría jurídica y del área de comunicación con viajes a Brasilia y Manaos para los líderes, talleres jurídicos y encuentros comunitarios con familias activas en lucha por la tierra y la organización de la asamblea de la asociación indígena local y de encuentros de los equipos de CIMI norte.

Además, también incluye la consolidación del equipo Barcelos, talleres culturales para 120 personas indígenas y apoyo a iniciativas culturales de la comunidad así como salarios, alquiler de oficina y gastos de luz, teléfono y gastos bancarios, entre otras actividades.

Manos Unidas apoyará el 68 por ciento del proyecto con la participación en las partidas de personal, equipos y funcionamiento. Los beneficiarios aportarán la alimentación para los encuentros y visitas, y la organización local, los gastos administrativos y de estructura. Otras organizaciones apoyarán la asesoría jurídica y los gastos de transporte.

El gobierno brasileño ha adoptado como modelo económico el desarrollo agrario para la exportación, que depende de la explotación y exportación de materias primas, en especial agrícolas y minerales, y en la sobreexplotación de los recursos naturales.

Este desarrollo afecta a los pueblos indígenas, sus territorios tradicionales y bienes naturales, que son tratados por el Estado y por lo grandes terratenientes como productos de mercado. Los pueblos indígenas son los que cuidan los bosques, los ríos y sus fuentes, y garantizar la demarcación de sus tierras es preservar los recursos naturales y mitigar el cambio climático.

 

Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.

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