Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Timor Oriental es un país, con 1,2 millones de habitantes situado en el sudeste asiático, y su territorio comprende la mitad oriental de la isla de Timor. Se trata de un país joven que se independizó de Portugal en 1975 y fue inmediatamente invadido por Indonesia, país del que consiguió la independencia en 2002, tras una cruenta guerra que dejó el país devastado por el ejército indonesio. Esta devastación de la que Timor aún se resiente, afecta especialmente en infraestructuras y cobertura de servicios básicos.
El proyecto se desarrolla en 9 pueblos del distrito de Bazartete, que pertenece a la provincia de Liquiça, en el noroeste. Es una zona muy montañosa con clima seco y tropical y de muy difícil acceso, ya que a algunos pueblos solo se puede llegar a pie o con vehículos 4x4. Los habitantes de los 9 pueblos seleccionados son personas de renta baja que viven de la agricultura de subsistencia, y tienen trabajos eventuales en la construcción.
Muchas de las familias son numerosas, frecuentemente con más de 10 hijos, y es normal el matrimonio a edad temprana. La sociedad timorense es muy tradicional y las mujeres se ocupan principalmente de las tareas del hogar y del cuidado de los hijos, mientras que los hombres realizan el trabajo del campo. La tasa de analfabetismo es muy elevada, ya que en estos pueblos remotos hay tan sólo una o dos escuelas, y las dotaciones son mínimas.
Con frecuencia, los profesores y alumnos caminan cada día grandes distancias para acudir a la escuela, y la falta de electricidad dificulta que los alumnos estudien en casa. Además, tienen que dedicar varias horas a ir a buscar agua. La mayoría sufren de malnutrición, lo que les hace más vulnerables al contagio de enfermedades. Los habitantes de estos pueblos tienen muy limitado el acceso a la atención médica primaria porque los centros de salud están lejos, mal equipados, con escaso personal y tienen que caminar largas distancias cuando necesitan asistencia sanitaria.
Nuestro socio local es el Servicio Social Jesuita (JSS) que trabaja desde hace tiempo ayudando en el desarrollo de las zonas rurales en proyectos de agua, saneamiento, salud pública e higiene familiar, educación, formación de profesores y agricultura. Los responsables del Centro de Salud Daniel Ornelas (CSDO), perteneciente al Servicio Social Jesuita (JSS) y ubicado en la cabecera del Distrito, quieren mejorar la salud y atención primaria de los 9 pueblos seleccionados mediante la puesta en marcha de una clínica móvil que visitará dichos pueblos periódicamente, prestará la asistencia médica necesaria e impartirá formación higiénico-sanitaria a la población.
Se ha solicitado a Manos Unidas financiar el vehículo ambulancia, la adquisición de los suministros médicos y de higiene necesarios para la puesta en marcha de la clínica móvil, así como a cubrir parcialmente los gastos de personal y de funcionamiento del primer año. Todo ello supone el 71% del coste total. Un 16% será financiado por otras instituciones (fundaciones australianas dedicadas a proyectos de salud), lo que se dedicará a los costes de personal, gastos de mantenimiento y desplazamiento.
El socio local aporta el 13% restante, que se destinará a cubrir parcialmente los gastos del vehículo ambulancia.
El total de benficiarios directos es de unos 9.535, mientras que el de indirectos asciende a 17.451 personas.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.