Autonomización social y económica de campesinos productores en la Mongala, República Democrática del Congo

Este proyecto se sitúa en distintas localizaciones de la República Democrática del Congo: Kinshasa, su capital, y la provincia de la Mongala en el noroeste del país. Los campesinos de esta región del Ecuador viven en una situación de gran pobreza y vulnerabilidad; el 93% de los hogares tiene una muy baja producción agrícola, su principal fuente de ingresos, y, por tanto, unos ingresos mínimos para vivir con dignidad. Carecen de infraestructuras de evacuación de los productos, de almacenaje y de capacidad de comercialización. En este contexto, el Centro de Desarrollo Integral, CDI, de Bwamanda, dirigido por los Padres Capuchinos desde su creación en 1972, desarrolla sus actividades de índole diverso y en torno a la región de la Mongala, cuyas localidades principales son Gemena, Bumba y Lolo. Esta organización acompaña a unos 60 hogares campesinos al mes recorriendo todos los poblados de la zona. Les compran la producción agrícola (arroz, mandioca, niebe, maíz y soja), asegurando así a los productores unos ingresos justos. Posteriormente, esta producción se traslada por río a Kinshasa, donde se encuentra la planta transformadora, que procesará los productos que luego, en forma de harina, se venderá al por mayor en el mercado de Kinshasa, revertiendo los beneficios en favor de estas poblaciones. Una parte de esa harina va destinada a grupos de refugiados con los que el CDI mantiene actualmente contratos de venta directa a través del Programa de Alimentación Mundial de la Naciones Unidas. Además, mantienen centros de salud de atención primaria de fácil acceso para la población, pues están instalados junto a los centros de recogida de los productos y con un coste mínimo para los enfermos que se acercan a ellos. Para esto aprovechan siempre que pueden las subvenciones estatales y reclaman ayudas que el Gobierno debe ofrecer de manera gratuita a la población a los que a menudo no logran acceder. En concreto, se trata de tratamiento de paludismo para menores de 6 años, embarazadas y enfermos crónicos de VIH, así como los tratamientos gratuitos para enfermos de tuberculosis. Es por eso interesante que el CDI pueda seguir funcionando en todas sus actividades de la forma más óptima y eficaz posible. Durante el año 2022, el CDI revindicó y consiguió del Estado Congoleño la rehabilitación de un tramo de las malas carreteras que impedían a los productores locales el transporte de sus productos hasta uno de los depósitos/almacén. En esta línea, siguen con acciones de protesta y demanda para que los fondos nacionales asignados por presupuesto oficial se dediquen a la mejora de infraestructuras y en beneficio de la población. Actualmente, la transformación de los productos en harina, necesita de una renovación, tras más de 60 años en funcionamiento, tanto para mejorar la calidad frente a posibles competidores como para poder ampliar el ámbito de productores locales a los que el CDI acompaña. Por ello, solicitan apoyo a Manos Unidas para la adquisición de una nueva maquinaria que permitirá la elaboración de una harina de mejor calidad. Esto permitirá, además, ampliar la gama de productos, y por tanto de beneficios, pues la antigua máquina se seguiría utilizando para la elaboración de harinas destinadas para los animales u otros usos. Manos Unidas aporta 57% de la adquisición de la nueva planta de transformación; el 43% restante va a cargo del socio local por los gastos de transporte internacional de dos contenedores, formación del personal de los equipos, costes de aduana, bancarios y complementos consumibles. La realización de este proyecto promueve principalmente y de manera directa los objetivos de desarrollo nº1 Erradicación de la pobreza, nº 2 Lucha contra el hambre y nº 3 Acceso a la salud. La propuesta va destinada a 29.075 personas, de las que 15.125 son mujeres y 13.950 son hombres, y tiene una duración prevista de 6 meses.