Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Manos Unidas ha colaborado con Caritas Freetown en numerosas ocasiones. En estos momentos es fundamental para dar respuesta a una carencia básica de alimento en comunidades marginales de la provincia Oeste, en Freetown, Sierra Leona, por la Covid-19.
El proyecto se localiza en 10 comunidades marginales de la provincia Oeste de Sierra Leona: 5 en el Área urbana (Aberdeen, Olorshoroh, Kroo Bay, Susan's Bay y Culvert) y 5 en el Área Rural (Goderich, Grafton, Hastings, Rokel-John Thorpe y Devil Hole Sima Town).
La población total de esta provincia Oeste es de 1.500.234 habitantes, según el último censo de 2015, buena parte de ellos viven en la zona urbana que comprende la capital, Freetown.
El ayuntamiento de Freetown, con 1.055.964 habitantes, reconoce oficialmente la existencia de 27 slums y asentamientos informales; muchos de los cuales carecen de acceso a servicios esenciales como agua, letrinas, centro de salud y electricidad, y con familias hacinadas en casas prefabricadas. La vida en estos asentamientos es una cuestión de supervivencia, con la mayoría de las familias viviendo al día.
En este frágil contexto no es extraño que el 54% de los 1.327 casos positivos de la COVID-19 en Sierra Leona, a fecha de 21 de junio, se hayan registrado en el área metropolitana de Freetown (718). Desde el primer caso registrado el 31 de marzo, han fallecido 55 personas; hay 484 casos en los 10 centros de tratamiento oficiales; y 1.371 en cuarentena
A las medidas preventivas generales de salud pública para impedir la propagación de la COVID-19: higiene de manos, distancia social y uso de mascarilla, el Gobierno ha decretado en estos 3 meses al menos 2 períodos de 3 días de confinamiento total en abril y en mayo, así como la restricción del movimiento entre distritos (efectiva hasta el 23 de junio) y el toque de queda entre las 11 de la noche y las 6 de la mañana. Se han cerrado el aeropuerto y las fronteras terrestres con Guinea y Liberia.
Como en otras partes del globo, estas medidas han causado problemas de seguridad alimentaria debido a la interrupción de las actividades económicas durante el confinamiento total y la ralentización del comercio, agricultura e industria alimentaria.
El sustento de los trabajadores informales, cuya mayoría reside en barrios marginales de Freetown y que representa un alto porcentaje del mercado laboral, se ha visto afectado por estas restricciones. Por ejemplo, con el cierre de los mercados en domingo y las limitaciones en las reuniones públicas, que ha forzado el cierre de bares, restaurantes y otros centros de ocio.
Por otro lado, es difícil ejecutar las medidas de distancia social en los slums y asentamientos informales, densamente poblados. Desde el 1 de junio, es obligatorio el uso de mascarilla en espacios públicos, cuando no se pueda respetar la distancia social de 2 metros. En estos barrios de asentamientos informales la mayoría de la población no tiene acceso a créditos, seguros o ahorros para hacer frente a los gastos de la vida diaria, por lo que tienen que buscarse el sustento diariamente.
Caritas Freetown realizó un análisis de la realidad en 10 comunidades marginales, durante 3 días, contando con la ayuda de 10 voluntarios. Se han identificado 250 hogares en situación de vulnerabilidad, donde viven personas mayores de 65 años (siendo la esperanza de vida en Sierra Leona de 54 años)
Caritas Freetown solicita la colaboración de Manos Unidas con el 96% del presupuesto, para asegurar el acceso al alimento, y a una mascarilla, durante 2 meses, a 250 familias donde haya personas de más de 65 años. El aporte local consiste en parte de los gastos administrativos y de personal, lo que representa el 4% del presupuesto.
Los beneficiarios son 250 familias, 3.500 personas de 10 comunidades marginales de la provincia Oeste de Sierra Leona
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.