Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
En Ruanda la enseñanza primaria es obligatoria, pero durante la edad preescolar, ante la inexistencia de centros que los acojan, los niños carecen de la atención adecuada cuando sus padres no pueden ocuparse de ellos. Ante esta necesidad se crea un centro preescolar con capacidad para 90 niños que todavía no están admitidos en la escuela primaria.
Ruanda, país situado en África Central al borde del lago Kivu, tiene unos 11 millones de habitantes y una densidad de población que llega 280 habitantes/Km2 en algunas zonas. Este último dato dificulta su desarrollo económico, ya que la población depende en su mayoría de la agricultura y la tierra está dividida en pequeñas parcelas que no permiten una explotación adecuada y rentable.
La malnutrición amenaza las zonas rurales, y no solo a los niños sino también a los adultos, sobre todo cuando faltan las lluvias en el momento necesario. Aunque el país parece que despega económicamente, las diferencias sociales son cada día mayores, y los más pequeños son los que sufren más duramente esta situación que también está propiciada por la explosión demográfica. La enseñanza primaria es obligatoria, pero durante la edad preescolar, ante la inexistencia de centros que los acojan, los niños carecen de la atención adecuada cuando sus padres no pueden ocuparse de ellos.
En Kayebzi, localidad que pertenece a la Diócesis de Kabgayi, en el centro del país, trabajan desde hace más de 30 años las Hermanas Misioneras de Jesús, María y José -nuestra contraparte-, atendiendo a las necesidades sanitarias, educativas y sociales, así como apoyando y dando formación básica a las madres. Es a través de éstas que han detectado la necesidad de ocuparse de los pequeños que todavía no están admitidos en la escuela primaria, ya que, debido al trabajo de las mujeres en el campo, los niños o quedan semi abandonados o bien al cuidado de hermanos mayores impidiendo que estos acudan a la escuela.
Por ello, la Congregación solicita a Manos Unidas su apoyo para crear un centro preescolar con capacidad para 90 niños por curso, dotado de equipamiento y agua potable a través de un depósito de recogida de lluvia.
El 13% del presupuesto total será la participación de los socios locales que aportarán el terreno y el equipamiento de las tres aulas, despacho, y cocina/comedor. Los padres de alumnos y otra ONG asegurarán el funcionamiento del centro.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.