Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
El proyecto se localiza en Colombia, Departamento de la Guajira, municipios de Manaure y Uribia, en 20 comunidades de la zona rural. La región, habitada por los wayuu, se caracteriza por su clima cálido, seco e inhóspito. Presenta unas estaciones climáticas marcadas por una primera temporada de lluvias, seguida de una época de sequía. Pero las dinámicas del ecosistema han cambiado y se ha agudizado la escasez de lluvias en los últimos 6 años. La situación actual de abastecimiento de agua es crítica, ya que no se garantiza a la población a este derecho mediante políticas claras y proyectos efectivos para solucionar este problema estructural.
Resulta evidente que la escasez de agua influye directamente en los índices de pobreza de este pueblo, en que sus necesidades básicas no se cubren y como consecuencia disminuyen sus posibilidades de desarrollo.
A esto se suma que los proyectos minero-energéticos y la explotación del subsuelo del departamento, donde existen yacimientos importantes de hidrocarburos y minerales como el carbón, han impactado en la dinámica social y ambiental de la región.
Se han elaborado estudios de impacto que indican una notable reducción en la disponibilidad de agua para las comunidades a causa de las actividades extractivas.
El departamento de La Guajira tiene una población estimada de 825.370 personas, de las cuales el 44,82% son indígenas y de ellos, el 96% se auto reconocen como indígenas de la etnia Wayúu.
La pesca artesanal y el pastoreo constituyen dos sectores tradicionales de la economía indígena de la Guajira. Dadas las condiciones de sus tierras, los Wayúu desarrollan una economía mixta, basada en la cría y pastoreo de ganado caprino y vacuno, combinada con la horticultura y otras actividades como la caza.
En Colombia, el pueblo Wayúu es uno de los grupos étnicos con mayor grado de vulneración de sus derechos humanos, incluidos el derecho a la vida y al bienestar, a la alimentación, vivienda, asistencia médica, vestido, educación y otros servicios sociales básicos.
A la difícil situación de las mujeres, marcada por altos índices de pobreza y la falta de políticas para garantizar el acceso a derechos fundamentales, se une una cultura que legitima y justifica la violencia contra la mujer, con casos incluso de desnutrición aguda, maltrato cruel y abandono.
El proyecto para paliar la situación comprende:
La aportación local y de otros financiadores se destina a construcción, personal, capacitaciones y funcionamiento con un 64%. Mientras que Manos Unidas colabora en los mismos conceptos con el 36% restante.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
