Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Madagascar es el país situado en el puesto 173 de 191 según su IDH. La región tiene un enorme potencial, pero los recursos están mal explotados por la falta de formación y medios económicos. La población menor de 18 años representa el 60% del total. Son familias numerosas que viven hacinadas en condiciones insalubres, obtienen el agua de pozos o fuentes públicas y no tienen acceso a la electricidad por su elevado precio por lo que viven sin luz o recurren a velas o al petróleo. Las mujeres cuidan del hogar y aportan su trabajo. Al vivir en una sociedad dominada por los hombres sufren abusos, violación de sus derechos, matrimonios y embarazos precoces y desventaja en el acceso a la educación. Los hijos ante la falta de oferta educativa y la necesidad de mano de obra quedan en muchos casos al margen de la educación, lo que explica que según UNICEF sólo 1 de cada 3 niños complete la primaria y sólo el 17% adquiere competencias mínimas en lectura. De ahí la importancia de la escuela parroquial, que nace en 2009 en terrenos de la parroquia de San Andrés ofreciendo los cursos de preescolar y primeros cursos de primaria, 3 aulas y 80 alumnos. Con el paso de los años, el número de alumnos ha ido creciendo hasta llegar a los actuales 889 y pasó a ofrecer Preescolar, toda la Primaria y I ciclo de Secundaria desde el curso 2018-19. En 2019 el colegio contaba con 10 aulas para atender a 716 alumnos, lo que suponía una media de 71 alumnos/aula. Se vieron obligados a duplicar algunos cursos y buscar nuevos espacios. Se habilitó la caseta del guarda y diversas dependencias parroquiales. Estos espacios no reúnen condiciones adecuadas, por lo que su párroco, con el apoyo de la Diócesis, se ha puesto en contacto con Manos Unidas para solicitar nuestra colaboración y construir 6 nuevas aulas y 4 letrinas.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
