Desarrollo medioambiental y socioeconómico de la comunidad de Tiroly

Tiroly es una población muy dispersa de 18.700 habitantes, unas 3.110 familias, situada en el lado oeste de la carretera internacional que separa la Rep. Dominicana de Haití, a unos 15 Km. de la ciudad de Restauración en la parte dominicana. La mayoría de sus habitantes malviven de la una agricultura poco productiva que apenas da para alimentar a las familias o comerciar en el mercado binacional situado en su proximidad. El bajo poder adquisitivo de las familias impide adquirir gas para sus cocinas de modo que para cocinar suelen utilizar leña, lo que ha causado una fuerte deforestación y el empobrecimiento gradual de los suelos. El agua potable no llega a las casas y la electricidad es inexistente. A nivel sanitario, existe una clínica rural (actualmente sin personal) que atiende tanto a la población de Tiroly como a las familias de las comunidades vecinas. Tanto la extrema pobreza como las duras condiciones de vida y la falta de oportunidades impulsan a jóvenes y adultos a emigrar de forma clandestina. El relieve dominante de Tiroly es el monte bajo y los cultivos habituales son el maíz y el frijol. Tanto para beber como para las necesidades domésticas, las personas recurren a las aguas del río Behuco que presenta una gran contaminación. Los desplazamientos han de realizarse entre comunidades o a la frontera por caminos de tierra batida o pedregosos, a lomo de mulas o motos cuando se dispone de ellas. En toda la zona sigue en aumento el número de tierras que se abandonan debido a la degradación de los suelos que las hacen improductivas. Sin embargo, existe un mercado binacional semanal al que acuden personas de ambos países a comprar y vender y que podría suponer una oportunidad para los habitantes de Tiroly. 

La presente propuesta, de 12 meses, de duración beneficiará a un total de 100 familias de agricultores (unas 600 personas), muchas de ellas con una mujer como cabeza de familia. Las dos principales líneas de actuación pasarán por capacitar a 50 familias en la producción de cacao en 50 parcelas, diversificando los cultivos con plantas musáceas, cultivos de ciclo corto y frutales. Siendo el cacao un producto tradicional muy demando para el consumo nacional y de exportación, se espera que las familias vayan aumentando paulatinamente sus ingresos. Esta actividad, además, favorecerá la recuperación de la flora de la zona y de la microcuenca del río Behuco. La segunda línea consistirá en impulsar el cultivo de hortalizas con la puesta en marcha de 50 huertos caseros que mejorarán la alimentación de las familias (pepinos, tomates, remolacha, zanahorias, etc.) y cuyos excedentes se podrán comercializar localmente para reportar ingresos extras. Con este propósito, se realizarán distintos talleres de formación en gestión de parcelas de cacao y manejo de huertos. El socio local, la Junta de Asociaciones Campesinas Rafael Fernández Dominguez (JACARAFE) lleva más de 10 años trabajando en la franja fronteriza de Haití y Rep. Dominicana en proyectos de mejora de las condiciones de vida de la población más desfavorecida de la zona, algunas de estas acciones se han realizado con el apoyo de Manos Unidas. Para este proyecto, Manos Unidas contribuirá con el 75% del presupuesto destinado a las partidas de suministros, personal y desplazamientos. El 25% restante será aportado por beneficiarios (mano de obra y materiales) y la contraparte local (personal). El proyecto se orienta el cumplimiento del ODS 2 "Hambre Cero".

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