Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Lamentablemente, el conflicto bélico en Oriente Medio sigue muy vivo tanto en Siria como en Irak. En Líbano, se han establecido más de 1,5 millones de refugiados en estos últimos seis años, si bien, desde 2017 se ha notado una disminución del flujo migratorio.
La situación sigue siendo dramática, especialmente para los niños. Desde el Ministerio de Educación y con la ayuda de entidades como UNICEF se hace un gran esfuerzo para escolarizar a todos los niños, pero queda mucho por hacer.
La enseñanza privada es inaccesible y las escuelas oficiales, totalmente saturadas, no pueden acoger a todos los refugiados, ni siquiera pueden atender bien a los que sí tienen plaza. Los niños viven diseminados, algunos en tiendas y otros en asentamientos que son verdaderos guetos y focos de riesgo social. En ambos casos en condiciones de gran pobreza, suciedad y hasta malos tratos.
La Asociación Fratelli, integrada por la congregación de La Salle y los Maristas, lleva trabajando con familias de refugiados sirios e iraquíes desde marzo de 2016 con la colaboración de Manos Unidas. Atienden principalmente a los niños y jóvenes para que puedan integrarse y permanecer en el turno de tarde de los colegios públicos, ayudándoles a desarrollar también sus habilidades psicosociales con el fin de que puedan superar los traumas vividos y la situación en la que se encuentran ellos y sus familias.
También dan cursos de alfabetización y formación en lenguas a jóvenes y mujeres y formación profesional -informática, costura y peluquería- para que puedan trabajar, aunque sea de manera informal. Además, proporcionan un apoyo psicológico, social y legal a los niños y sus familias; colonias de verano para 450 niños y, junto con otras instituciones, atención sanitaria.
Esta asociación ha solicitado la colaboración de Manos Unidas para dar apoyo a un total de 600 beneficiarios entre niños, jóvenes y mujeres en diferentes programas.
El programa educativo básico, beneficiará directamente a un total de 300 niños refugiados. De estos, 80 tienen menos de 6 años y es la primera vez que reciben algo de formación; 180 se escolarizaron el año pasado y necesitan apoyo extraescolar para no abandonar la escuela; 60 de 7 a 14 años no han asistido desde hace más de 5 años a ninguna escuela y se les alfabetiza primero, para después darles un curso puente para entrar en la escuela, y 80 recibirán durante el mes de julio un curso intensivo de refuerzo.
Se realizarán multitud de actividades extraescolares para reforzar la autoestima y para la integración de los niños en el entorno en el que viven.
También 60 mujeres y jóvenes recibirán uno o varios cursos de: alfabetización (mujeres), inglés, informática, costura y peluquería. Se dará atención psicosocial de forma individual y grupal a más de 500 personas entre niños, jóvenes y madres.
Manos Unidas se hace cargo del 37% de los gastos del proyecto incluyendo el 60% del coste del apoyo extra escolar de los 180 niños, la totalidad del programa de atención psicosocial y del programa de formación profesional. El socio local a través de otras ayudas ya comprometidas pagará los sueldos de los coordinadores de los diferentes programas, la capacitación de los profesores, todo el programa de los 80 niños de preescolar, gran parte del programa del apoyo extraescolar, los gastos administrativos, de transporte y los seguros de los niños que exige el Gobierno, lo que supone el 63% del total del proyecto.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.