Educación secundaria para sacar a los jóvenes de la marginación

El proyecto se sitúa en Sarh, en sur del Chad, país situado en el centro norte de África. Sarh es la tercera ciudad del país, con una población de más de 250.000 habitantes, de los que cerca del 50% son menores de 18 años. Su economía se basa en la agricultura, comercio y pesca, también hay funcionarios y un pequeño tejido de industrias.

El Chad está clasificado como uno de los países más pobres del mundo, con un IDH (Índice de Desarrollo Humano) de 0,398; el 61,09% de la población vive por debajo del nivel de pobreza.

La educación es de baja calidad, y la tasa de alfabetización es del 22,31% entre los mayores de 15 años, mientras el abandono de la enseñanza primaria es del 76,7%. Faltan profesores, y los que hay suelen tener baja preparación; faltan además infraestructuras y material escolar. No hay seguimiento pedagógico de las inspecciones estatales de educación, e incluso hay absentismo entre maestros y profesores.

La diócesis tiene escuelas primarias parroquiales con un nivel educativo alto, y hay buena disciplina de alumnos y maestros. Sarh tiene cuatro liceos públicos y tres privados, uno de ellos pertenece a una congregación católica y es un referente en el país. Como hay un gran problema de falta de plazas en la enseñanza media y secundaria, los padres de familia han acudido al obispo, Monseñor Sebastián, con el que Manos Unidas ha trabajado en su anterior diócesis, para solicitar la construcción de un colegio diocesano donde sus hijos puedan completar sus estudios.

Ampliación de edificio

La DIDEC (Dirección Diocesana de Enseñanza Católica) de Sarh solicitó la colaboración de Manos Unidas para llevar a cabo este colegio, Inmaculada Concepción, en dos fases. Para empezar, un edificio de dos plantas con 6 aulas, bloque administrativo y sanitarios. El terreno, en el centro de la ciudad, ha sido cedido por el obispo. Como el solar no es muy grande se han proyectado edificios de dos plantas; el primero de los cuales está operativo desde 2020, imparte clase a 200 alumnos (50% chicas)  que están ya cursando los dos primeros niveles de la enseñanza media.

La segunda fase, la referida en este proyecto actual, solicito a Manos Unidas la construcción de un edificio igual al anterior, con seis nuevas aulas, de manera que habrá un total de 12 clases, 8 de ellas para la enseñanza media, con dos aulas por curso; las otras cuatro aulas serán para el liceo. Se prevé también la construcción de un segundo bloque de letrinas.

Los beneficiarios directos del proyecto son los 622 alumnos que estudiarán secundaria en el nuevo colegio, así como los profesores. Además, los padres y el conjunto de la población son los beneficiarios indirectos.

El proyecto favorece la educación de las niñas en igualdad de oportunidades

Este centro contribuirá a mejorar la educación de la juventud del Chad, y a quebrar el círculo vicioso de la pobreza, falta de formación, falta de oportunidades. Por una parte, contribuirá a garantizar una educación de calidad, inclusiva y equitativa, y por extensión, facilitará su integración en el mundo laboral y en la sociedad, disminuyendo la pobreza. Además, la escuela favorece la educación de las niñas con el fin de conseguir para ellas un futuro con igualdad de oportunidades.

La DIDEC aporta el 8,4% del coste total, y la Asociación de Padres de Alumnos, representante de los beneficiarios, el 1,6% del coste total.

Galería de imágenes: 

Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.

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