Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
El proyecto se sitúa en Yongofongo, al sureste de Centroáfrica y a 650 Km. de la capital. Se trata de un país enclavado en el centro norte de África. La guerra de 2013, que sigue sin resolverse, ha llevado al país a ocupar el penúltimo puesto según el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Puede considerarse como un Estado fallido, cuya influencia apenas llega a los alrededores de la capital; el este del país está fuera de control, aunque con cierto apoyo de las fuerzas de Naciones Unidas. El bajo IDH representa bajos niveles de nutrición, acceso a sanidad muy bajo, epidemias y enfermedades que afectan con mayor fuerza a los niños mientras que el sida se ceba con la población joven. Respecto al nivel de educación existe un alto porcentaje de la población que no sabe ni leer, ni escribir, siendo la tasa de analfabetismo mucho mayor en las mujeres (superior al 66%). La educación pública es muy deficiente, con altas tasas de absentismo por parte de profesores y alumnos. Ya antes de la guerra, la enseñanza pública estaba prácticamente abandonada, más patente cuánto más alejados de la capital. Por su parte, las condiciones de vida de los escolares son difíciles, lo que repercute en el aprendizaje: no sólo tienen un rendimiento bajo debido a la escasa alimentación, sino que además deben ayudar a sus padres en las labores de casa o del campo, en lugar de asistir a la escuela.
Ante semejante situación la Conferencia Episcopal de Centroáfrica, a través de la ECAC (Enseignement Catholique Associé de Centrafrique), decide ponerse manos a la obra y salvaguardar el sistema educativo mediante la construcción de escuelas. La diócesis de Bangassou tiene escuelas primarias parroquiales, donde el nivel educativo es alto, gracias al control que la ECAC diocesana, que supervisa la pedagogía y la disciplina de alumnos y maestros; pero existe un gran problema con la enseñanza media por falta de colegios. El colegio comunitario diocesano St. Paul de Yongofongo se abre en 2014; tiene los cuatro cursos del primer ciclo de secundaria contando con 210 alumnos (33% chicas). El colegio tiene un edificio con tres aulas, y dos hangares de paja; por ello, la dirección del colegio y los padres de alumnos solicitan a la diócesis la construcción de un nuevo edificio con mayor capacidad y mejores ondiciones.
La ECAC de Bangassou, nuestro socio local, solicita por tanto la colaboración de Manos Unidas para llevar a cabo el proyecto que supondrá 3 nuevas aulas y 2 despachos, así como su equipamiento. La ECAC aporta el 9% del coste total del proyecto, que incluye tambien instalación de placas solares, y la Asociación de Padres de Alumnos, representante de los beneficiarios, el 1% del coste total. Manos Unidas colaborará con el resto 90%.
El terreno fue cedido por las autoridades locales en 2014. La duración del proyecto es de un año y beneficiará a 300 alumnos procedentes de Yongofongo y de poblaciones de los alrededores, que estudiarán la enseñanza media en el nuevo colegio. El proyecto contribuirá a garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa ODS nº 4), a promover las oportunidades de aprendizaje de la juventud de la República Centroafricana, y por tanto a facilitar su integración en el mundo laboral y en la sociedad, contribuyendo a disminuir la pobreza(ODS nº1); asimismo, el equipamiento contribuirá al ODS nº7, instalando energía solar asequible y no contaminante.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.