Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
El proyecto se sitúa en la República Democrática del Congo, en la granja piloto de Mongata, a unos 165 km al noroeste de Kinshasa. El paisaje es de sabana, con montañas y ríos y clima tropical con 9 meses de lluvia y 3 de sequía. El periodo de lluvias es caluroso y en temporada seca hace frío y el suelo es pobre, situación que se agudiza con la deforestación que sufren sabanas y bosques. La zona de Mongata se compone de 18 poblados con 5.863 habitantes y una media de 7 miembros por familia.
En cuanto a su economía, la mujer trabaja en el campo, además de cuidar a la familia y llevar el agua a la casa. El hombre es agricultor, y trabaja de sol a sol sin que sus condiciones de vida mejoren. Producen principalmente carbón de la madera, cultivan campos de mandioca, maíz, cacahuete, boniatos, judías y algunas verduras, y cuidan ganado pequeño como pollos, patos, ovejas y conejos.
El Centre de Recherche et de Comunicación en Developpement Durable, CERED, socio local de Manos Unidas en este proyecto, trabaja desde 2016 en proyectos relacionados con la formación agrícola y el respeto al medioambiente. Enseñan a los agricultores a mejorar sus capacidades, y aprovechar mejor y de forma más sostenible los recursos.
CERED solicita ayuda a Manos Unidas para equipar el centro con animales, construir corrales y porquerizas, comprar plantas para perfeccionar sus prácticas y mejorar su formación en un jardín escolar con pequeño ganado incluido.
A los niños se les inicia en la agricultura ecológica y conocen el medio en el que viven, con el objetivo de no necesiten emigrar a la ciudad, la mayoría de las veces para malvivir en barriadas y en trabajos precarios. Se trata de alumnos de entre 5 y 13 años, hijos de los agricultores de la zona del "Colegio Ecológico de Monseñor Munzihiriwa".
Se detectó una absoluta falta de instrucción básica, problema que sufren los padres y que conscientes de ello, quieren una mejora para sus hijos. Hay un problema de inadaptación del programa educativo a la realidad de estas gentes, agricultores, que no ven futuro y emigran, la mayoría para ir a peor.
Los beneficiarios y sus padres participarán en el cuidado de árboles y animales, y los padres, beneficiarios indirectos, participarán en la construcción del mismo con su trabajo del colegio para otros menesteres que se les requiera.
El socio local y beneficiarios aportan el 46% y Manos Unidas el 54%, distribuido de esta manera:
Beneficiarios directos son 105 alumnos y beneficiarios indirectos unas 1.100 personas.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.