Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
El proyecto beneficiará a 400 campesinos con formación en técnicas de cosecha y de preparación de semillas con el objetivo de reducir la inseguridad alimentaria de las familias campesinas.
Los campesinos que recibirán la formación son mujeres, al frente de familias monoparentales en su mayoría, que pertenecen a asociaciones campesinas y afrontan una realidad marcada por la pobreza extrema, la inseguridad alimentaria y la ausencia de apoyo por parte de autoridades públicas.
El proyecto se realizará en Petit Rivière de l´Artibonite, una zona castigada por la deforestación y por la degradación del entorno debido al uso incontrolado de productos químicos, la mala gestión de residuos y la existencia de una mina de arena en el norte. Ese conjunto de factores produce un escenario donde se incrementa continuamente la inseguridad alimentaria y la degradación del medioambiente.
El Centro de Investigación y Acción para el Desarrollo (CRAD) es el socio local del proyecto y trabaja en la región desde 1983, con una relación directa con las organizaciones campesinas, asesorando y buscando soluciones para las demandas existentes.
El CRAD cuenta con diversas experiencias en la producción y uso de semillas locales en la zona. La sistematización de esas experiencias ha permitido diseñar la presente propuesta de intervención, que cuenta con el aval de Vía Campesina y de la Caritas Gonaïves, organización con la que Manos Unidas ha realizado recientemente un proyecto agrícola exitoso.
Más allá del trabajo de la contraparte local, no existe ningún programa de acompañamiento a los campesinos en la zona de ejecución del proyecto. Las autoridades locales y descentralizadas, a pesar de mostrar una buena actitud no disponen de recursos para apoyar la implementación de proyectos.
El proyecto proporcionará encuentros de formación además de formación en técnicas de producción biológica, visitas de intercambio de los campesinos, preparación del suelo y puesta en marcha de parcelas experimentales. El proyecto incluye también la adquisición de materiales y equipos agrícolas, el mantenimiento de parcelas, la adquisición e instalación de 12 silos, formación para su uso, fondo de crédito de semillas locales, reuniones de evaluación con beneficiarios y organizaciones comunitarias.
Manos Unidas aportará el 96,2% del presupuesto que se distribuirá en gasto de equipos (semillas y herramientas para plantío), personal sobre el terreno (técnicos agrícolas y monitores) y gastos de viajes y funcionamiento.
El resto de presupuesto lo aporta por la contraparte local y corresponde a la infraestructuras para la formación y parcela experimental.
Con las nuevas prácticas agrícolas y con la creación de un banco de semillas comunitario se espera una mejora en la producción y en el rendimiento de las cosechas.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.